Venezuela se conduce a ciegas hacia unas primarias cruciales que definirán, el 22 de octubre, al candidato presidencial de la oposición, una carrera que se antoja oscura y definitiva para el futuro político de la nación que, dicen analistas, está despertando de su letargo electoral, aún con más dudas que certezas.
La búsqueda en ciernes del presidenciable antichavista avanza en la medida en que se va aclarando quiénes son los aspirantes favoritos y cuáles son los obstáculos que deberán sortear, si bien existe una multiplicidad de amenazas -dentro y fuera de la oposición- que impiden hacer proyecciones sobre el resultado de la contienda.
Así lo creen los analistas políticos Luis Vicente León y Griselda Colina, quienes coincidieron en que la oposición -más dividida que nunca- necesita cohesionarse y hablar con la verdad a los venezolanos para capitalizar el descontento, luego de años de crisis, y hacer crecer el ánimo de días recientes, cuando se volvieron a ver mítines antichavistas en las calles.
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Un panorama complejo
Aunque se inscribieron 13 aspirantes a las primarias, a juicio de León, presidente de la encuestadora Datanálisis, solo tres son “candidatos reales” en términos de apoyo popular: la exdiputada María Corina Machado, el exgobernador Henrique Capriles y el exlegislador Carlos Prósperi, pues “todos los demás están por debajo del 1 % de respaldo”.
Machado y Capriles están inhabilitados para ejercer cargos públicos por dictamen de la Contraloría, lo que deja a Prósperi, el menos favorito de los tres, con alguna posibilidad para una negociación, algo que -aseguró el experto- sucederá de manera inexorable dentro del antichavismo, y entre ellos y el Gobierno de Nicolás Maduro.
Los inhabilitados “son fundamentalmente actores de lucha política simbólica pero no pueden ser candidatos reales” a la Presidencia, por lo que si se mantienen en la carrera y alguno de los dos gana, “la primaria no estaría produciendo el candidato de la oposición”, subrayó.
Esto, prosiguió, abre un sinfín de posibilidades entre las que mencionó que el vencedor de las internas se convierta en el elector del candidato presidencial, un desenlace rocambolesco que ni está contemplado en los estatutos de la Comisión Nacional de Primaria (CNP) ni se ha informado de ello a los electores.
“Las incertidumbres sobre el tema primarias son infinitamente más grandes que las certidumbres en este momento”, insistió.
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Retos por doquier
Por si la zozobra de los presidenciables fuera poco, el propio desarrollo de las primarias encierra varias preguntas sin responder, como dónde votará la gente, algo que la CNP no ha definido, mientras que las instituciones, todas cercanas al Gobierno, dan “zarpazos” para perjudicar el proceso, o así lo ve Colina, rectora electoral suplente.
La periodista, que forma parte de la directiva en funciones del Consejo Nacional Electoral (CNE), cree que las inhabilitaciones y la reciente disolución del ente comicial son maniobras del Gobierno para “desviar de la ruta electoral” a la oposición, que durante años llamó a la abstención, y para que esta piense que votar “no sirve para nada”.
“Ha despertado un entusiasmo electoral en el país (...) y una emoción por el tema electoral que se había apagado. ¿A quién le conviene que la mayoría del país se exprese a través del voto? A los que queremos un cambio pacífico, y la mayoría del país quiere un cambio pacífico”, dijo Colina.
Esta idea es suscrita por León, quien resume la estrategia electoral del chavismo, en el poder desde 1999, con dos verbos: “dividir y abstener”.
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Pero, para que ese 70 % de opositores que existen -según Datanálisis- pongan fin al chavismo, es necesario “dimensionar las expectativas” y “hablarle al país con la verdad”, una tarea que recae principalmente sobre los candidatos a las primarias que deben decirles a los votantes que las presidenciales, a menos que surja un acuerdo político, no serán una elección “competitiva”.
Además, en un país con una política sui géneris, cualquier cosa podría suceder.
“En Venezuela todo es posible, y mientras más cerca está el evento y la situación a la que nos acerquemos, ahí es donde se van a dar las situaciones. En este país pasan cosas vertiginosamente, y muchísimas cosas, entonces es muy arriesgado decir hoy qué va a pasar”, concluye Colina.
Dentro de esas probabilidades infinitas, caben nuevas inhabilitaciones, ascensos y descensos de candidaturas, divisiones y uniones tanto en el chavismo como en la oposición y el dibujo libre que sumen los llamados independientes, muchos de ellos acusados de ser financiados por el Gobierno.
Así, de cara a 2024 y pese a la impopularidad que, según León, se ha ganado el chavismo, pensar que Maduro sería “incapaz de ganar una elección” es un “error”, pues existen numerosos factores que, de alinearse, le permitirían al presidente reelegirse sin robarse un voto.
Fuente: EFE
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