La agencia Moody’s rebajó las calificaciones de emisor de largo plazo en moneda extranjera y moneda local de México de A3 a Baa1 con perspectiva negativa, mientras que redujo la de Petróleos Mexicanos (Pemex) a Ba2 desde Baa3.
Con esto, Moody’s se convierte en la tercera gran calificadora internacional en disminuir el grado soberano de México en menos de un mes, después del ajuste de este miércoles de Fitch Ratings y del hecho por Standard & Poor’s (S&P) el 26 de marzo.
“La perspectiva negativa refleja el riesgo de que la fortaleza económica y fiscal se deteriore aún más de lo reflejado en la calificación de Baa1 debido a la persistente incertidumbre en torno a la dirección de las políticas públicas”, argumentó Moody’s en un comunicado.
La calificadora, que prevé una contracción de 3.7% del PBI mexicano para el 2020, pronosticó que el crecimiento a mediano plazo se mantendrá bajo “aun después de la severa contracción económica” que causará este año el coronavirus.
Para el periodo del 2021 al 2023 estimó un crecimiento anual promedio de 2%, lo que representa "un deterioro significativo" frente al aumento medio de 2.7% de la década del 2010 al 2019.
“Decisiones de política económica y mensajes encontrados bajo la administración actual han afectado de manera fundamental el clima de negocios y probablemente continuarán impactando la inversión privada en los próximos años, así como la perspectiva de crecimiento en el mediano plazo”, afirmó.
La reducción de la calificación de Pemex ocurre el mismo día en el que Fitch Ratings también rebajó la nota de la petrolera, la más endeudada del mundo.
Ambas agencias coinciden en que la empresa estatal es uno de los mayores riesgos para las finanzas públicas de México, al perder US$ 18,367 millones en el 2019, casi el doble que el año anterior, pese a la promesa del nuevo Gobierno de rescatar la compañía.
“Dado el flujo de caja negativo de Pemex y los próximos vencimientos de deuda, apoyar a la empresa en el periodo 2020-2022 para efectos de liquidez, le costará al soberano hasta 2% del PBI cada año”, apuntó Moody’s.
Ante el brote del coronavirus y la caída internacional de los precios del petróleo, la calificadora calculó que la deuda externa de México podría incrementarse más allá de 50 % con respecto al PBI para el 2022.
“La contracción económica de México en el 2020 podría ser todavía más profunda y la recuperación pudiera tomar más tiempo de lo que Moody’s espera. Si la pandemia empeora, presiones para aumentar el gasto del gobierno se sumarían a la dinámica de deterioro fiscal y de la deuda”, advirtió.
Gobierno justifica
Tras los ajustes de las calificadoras, el Gobierno mexicano emitió este viernes un comunicado en el que argumentó que “el panorama económico global se ha deteriorado rápidamente”.
Las agencias comenzaron un ciclo de ajustes a nivel mundial “a una escala y velocidad sin precedentes”, explicó la Secretaría mexicana de Hacienda y Crédito Público (SHCP), que contabiliza más de 65 acciones negativas de calificación desde el 9 de marzo.
Aun así, los inversionistas nacionales y extranjeros mantienen “una fuerte demanda” por instrumentos de deuda del Gobierno de México, aseguró la dependencia.
“En sus evaluaciones, las agencias calificadoras reiteran que el país cuenta con un historial de política fiscal altamente creíble y prudente, reflejo de un fuerte compromiso con la estabilidad macroeconómica y la solidez institucional”, aseveró el texto.