México cumple este lunes diez años de constituir con Chile, Colombia y Perú la Alianza del Pacífico, un bloque comercial que empresarios ven benéfico, pero que analistas perciben desaprovechado porque la economía mexicana aún se ancla a Estados Unidos.
El mecanismo ha incentivado que la inversión mexicana en esos países se consolide, expone Fernando Ruiz, director general del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior (Comce), que ahora preside el Consejo Empresarial de la Alianza del Pacífico.
“Ahí hay muchas empresas mexicanas que han reinvertido, y están llegando nuevas inversiones de México a estos países y mucho de esto se debe a la seguridad que da tener un acuerdo amplio en materia comercial y de inversión”, expone el líder empresarial.
La Alianza del Pacífico presume de ser “la octava potencia económica y la octava potencia exportadora a nivel mundial”, al representar el 41% del Producto Bruto Interno (PBI) de Latinoamérica y atraer el 38% de la inversión extranjera directa.
Una historia de resiliencia
El bloque comercial se constituyó formal y jurídicamente el 6 de junio del 2012 con la suscripción del Acuerdo Marco.
A diferencia de otros mecanismos regionales, como el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), la Alianza del Pacífico se ha concentrado en políticas comerciales pragmáticas.
Aun así, el director del Comce reconoce que “ha perjudicado el hecho de los cambios de presidentes”.
“En México inició este proceso (Felipe) Calderón (2006-2012), siguió (Enrique) Peña (Nieto, 2012-2018) y ahora (Andrés Manuel) López Obrador, y tienen distintas maneras de ver las cosas. Igual en Colombia, en Perú y en Chile. Entonces también hay un periodo de aprendizaje de los gobiernos en este proceso de integración”, dice Ruiz.
Aunque México recibió en enero pasado la Presidencia pro tempore de la Alianza del Pacífico, la Secretaría de Economía (SE) del gobierno rechazó una solicitud de información y entrevista de Efe para esta nota.
En este contexto, el líder empresarial considera que el éxito del bloque comercial, comparado con otros mecanismos, es la “participación del sector privado” y el trabajo hecho para homologar normativas, como las de sanidad y alimentos.
“En el comercio exterior actual del mundo, no son los aranceles o la disminución de aranceles lo suficientemente atractivos para promover el comercio, sino más bien es eliminar las barreras no arancelarias, como son las normativas en materia de sanidad”, menciona Ruiz.
Un bloque desaprovechado
Pese a las ventajas, México solo ha destinado cerca de 2% de sus exportaciones a la Alianza del Pacífico, una proporción que cayó a 1% poco antes de la pandemia, advierte Edmar Ariel Lezama, coordinador del Programa Único de Especializaciones en Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El profesor opina que “Colombia le ha sacado provecho, también Chile y Perú, pero México no”, pues la economía mexicana aún exporta más del 80% de sus productos a Norteamérica.
“No es un mal instrumento, pero México ha hecho lo mismo que con todos los tratados comerciales que tiene, simplemente los deja ahí olvidados y sigue anclado a lo que tiene que ver con el comercio de Estados Unidos y Canadá”, indica Lezama.
El académico añade que México “ha dejado de lado” otras promesas de la Alianza del Pacífico, como la libre movilidad de personas porque aplica “trabas y candados por estar atado a las reglas de Estados Unidos”.
“Es un mecanismo pequeño a comparación del Mercosur. A pesar de que la Alianza del Pacífico tiene otras cláusulas o reglas diferentes a las del comercio, no han sido tampoco del todo explotadas y me parece que tiene ver con la cuestión migratoria”, apunta.
Promesa de diversificación
El comercio de México con sus socios de la Alianza sumó 107,466 millones de dólares del 2011 al 2021, según datos proporcionados por la SE el año pasado.
México registró en ese lapso un superávit de US$ 41,391 millones gracias a US$ 74,427 millones de exportaciones y US$ 33,038 millones de importaciones.
Por ello, el director Comce asevera que “los volúmenes han crecido”, pero “lo que pasa es que, como sigue siendo el porcentaje más alto el norteamericano, se piensa que México no ha diversificado” mercados.
“Sí hemos diversificado, lo que pasa es que sigue creciendo el comercio en Estados Unidos, pero también está creciendo en terceros países, porque son volúmenes mucho mayores de los que teníamos hace diez años”, sostiene Ruiz.
Y como prueba del atractivo de la Alianza, el líder empresarial cita el interés de Ecuador por sumarse al mecanismo, además de otros países latinoamericanos que aún no puede revelar.
“Estamos viendo cómo hacerle para incorporarlos. Entonces queremos fortalecer y hacer una región más amplia con esas reglas del juego”, concluye.