La nueva aerolínea estatal de México no tiene registrados a su nombre aviones ni rutas programadas a poco más de un mes de que inicie sus operaciones.
La creación del operador aéreo ha sido uno de los proyectos favoritos del presidente Andrés Manuel López Obrador, que ha prometido precios 20% inferiores a los de las aerolíneas comerciales en 20 rutas que llegan a grandes ciudades y destinos de playa.
El plan, anunciado a cuenta gotas en los últimos meses, consistía en arrendar inicialmente 10 aeronaves Boeing 737-800, con tres entregas previstas para finales de setiembre y el resto para finales de octubre. La venta de los boletos estaba prevista para setiembre.
Hasta el jueves, no había aviones registrados bajo Mexicana de Aviación —el nombre de la aerolínea— y no hay vuelos programados para el cuarto trimestre del año o el primero de 2024 en una base de datos de la industria operada por Cirium, según François Duflot, analista de aviación de Bloomberg Intelligence. El sitio web de la aerolínea ya está disponible, pero tiene una serie de fallas que resulta imposible simular la compra de una entrada. Los vuelos supuestamente iniciarán en diciembre.
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“En este punto, veo una aerolínea sin aviones y sin horarios programados”, dijo Duflot. “No se puede hacer mucho con eso”.
Mexicana tampoco figura en un documento que muestra todas las aerolíneas que tienen certificados de operación válidos en el país, dijo.
Mientras tanto, López Obrador sigue adelante con ambiciosos proyectos económicos, a medida que se acerca el final de su Gobierno, aunque algunos de estos han enfrentado graves sobrecostos y retrasos. La refinería Dos Bocas, cuyo presupuesto se disparó durante el transcurso de la construcción, tardó un año, después de que fue inaugurada, en comenzar a producir combustible.
Un tren de pasajeros que se construye a través del sur México costará ahora 500,000 millones de pesos (US$ 27,000 millones), casi cuatro veces más que la estimación original. Los analistas han cuestionado si alguna de estas iniciativas es realmente necesaria.
El sitio web de Mexicana muestra un mapa de destinos de vuelos, incluidas algunas de las rutas más transitadas del país desde Ciudad de México a Monterrey, Guadalajara y Cancún. Cuenta también con una sección de “recomendaciones de viaje” con subcategorías de playas, ciudades y “aventura”. Cada una de esta abre pestañas que nombran las ciudades correspondientes en el mapa, aunque no hay más información disponible.
La versión anterior de Mexicana de Aviación operó durante décadas como la segunda aerolínea nacional, en competencia directa con Aeroméxico. Dejó de operar de golpe en 2010 y se declaró en quiebra en medio de una creciente competencia y acusaciones de mala gestión. El Gobierno compró los derechos sobre el nombre tras la quiebra.
SAT Aero Holdings
Para Mexicana, el Gobierno contrató a una empresa poco conocida llamada SAT Aero Holdings Inc. para gestionar los arrendamientos y contratar las tripulaciones aéreas. Anteriormente se conocía como Petrus Aero Holdings, pero tuvo que cambiar su nombre debido a un “problema de marca desconocido”, dijo en una publicación de Facebook del 15 de septiembre. Una búsqueda en Google muestra que Petrus Aviation es una empresa con sede en Dallas que financia aviones y motores, entre otras cosas.
SAT Aero no respondió a repetidas solicitudes de comentarios. Su sitio web remite a los usuarios a un nuevo sitio web que aún está en construcción.
En agosto, López Obrador dijo que un análisis de la Secretaría de Defensa encontró que dicha empresa era el “mejor mecanismo” para obtener los aviones. “Están cumpliendo”, dijo.
Un portavoz de la Secretaría de Defensa, que supervisa la aerolínea, no respondió a las preguntas enviadas por correo electrónico y dijo que el general a cargo de Mexicana no estaba disponible para una entrevista.
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