Empresarios estadounidenses expresaron “dudas” sobre la política energética de México durante un foro celebrado en Washington con el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, explicó el director de la petrolera estatal mexicana Pemex, Octavio Romero Oropeza.
“Si hay dudas, hay peticiones” y el gobierno de México “se ofreció a resolverlas y atenderlas”, dijo el director de Pemex, Octavio Romero Oropeza, a la salida del foro CEO Dialogue, organizado por la patronal mexicana del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y la Cámara de Comercio de Estados Unidos en el Instituto Mexicano de Cultura en Washington.
Romero Oropeza matizó sin embargo que estas preocupaciones se expresaron en “muy buenos términos”, y afirmó que “hay que agilizar muchas cosas para hacer más rápidos los procedimientos”.
También aseguró que se habló de inversiones de “miles de millones” de dólares.
En meses pasados hubo tensiones políticas y comerciales entre México y Estados Unidos por la propuesta de reforma constitucional de López Obrador que limitaba la participación del sector privado en el mercado eléctrico, y que finalmente naufragó en el Congreso.
Al encuentro de este miércoles asistieron representantes de la energética estadounidense Sempra, así como el magnate mexicano Carlos Slim, el embajador estadounidense en México, Ken Salazar, y empresarios de ambos países.
El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, también presente, reveló en Twitter que durante el foro, López Obrador habló de que las inversiones de empresas estadounidenses en México previstas hasta el 2024 suman US$ 40,000 millones.
Mientras que la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, explicó que el mandatario mexicano rememoró los tiempos del expresidente estadounidense Franklin D. Roosevelt, quien “buscó el diálogo y la buena voluntad” con México y abrió la puerta a la contratación de miles de agricultores mexicanos en Estados Unidos.
“Hoy debe suceder algo similar aceptando otras circunstancias”, manifestó Clouthier, citando a López Obrador.
López Obrador se reunió en la víspera en la Casa Blanca con el presidente estadounidense, Joe Biden, a quien pidió que amplíe el número de visas de trabajo temporal para mexicanos y centroamericanos, y regularice a los migrantes irregulares que viven en el país.
En una posterior declaración conjunta, México se comprometió a invertir US$ 1,500 millones para reforzar su frontera y a comprar a Estados Unidos 20,000 toneladas de leche en polvo, pero no cerraron ningún acuerdo concreto sobre visas.
En el viaje, que concluye este miércoles, el mandatario mexicano ha estado acompañado de su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller; el canciller, Marcelo Ebrard; la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, el secretario de Agricultura, Víctor Villalobos; y el responsable del Instituto Nacional de Migración, Francisco Garduño, entre otros.