A 38 días de las elecciones presidenciales, la mayoría oficialista del Congreso mexicano está a un paso de aprobar una controversial reforma impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador para crear un fondo público que complementará parte de los pagos que el gobierno deberá realizar para mejorar las jubilaciones en los próximos años.
El llamado Fondo de Pensiones para el Bienestar, que votó esta semana la Cámara de Diputados, y que discutirá el jueves el Senado, tiene aún algunas cuestiones por definir sobre sus fuentes de financiamiento y quiénes serán los trabajadores mayores de 65 años que lo recibirán.
La decisión de López Obrador de adelantar la discusión para este mes y de desvincularla del paquete de reformas constitucionales que presentó en febrero y que se debatirá luego de las elecciones, ha alimentado las dudas de los analistas que lo ven más como una acción del gobierno para sacudir el ambiente electoral con un tema muy sensible para los mexicanos. Por el momento, los especialistas descartan que el nuevo fondo vaya a generar algún cambio en el sistema de ahorro de retiro.
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A continuación, abordamos algunos de los aspectos claves de lo aprobado hasta el momento:
¿Qué papel cumplirá el fondo?
El nuevo fondo se empleará para complementar los aportes que deberá realizar el gobierno para asegurar que los trabajadores privados y públicos con más de 65 años reciban al momento de su retiro una jubilación igual a su último salario, siempre y cuando no supere el tope de 16.777 pesos (unos 986 dólares), que equivale al salario mensual promedio registrado este año. El tope de la pensión se actualizará anualmente de acuerdo con la inflación.
Los trabajadores que cubre el esquema son aquellos que están bajo el régimen vigente desde 1997 de las cuentas individuales de retiro que manejan las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores).
El presidente López Obrador afirmó que el fondo estatal beneficiará a “26, 28 millones de trabajadores”, pero los analistas manifestaron dudas sobre esa cifra.
Jesús Carrillo, coordinador de investigaciones sobre economía del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), dijo a AP que mientras las autoridades no determinen cuántas semanas de cotización se exigirán para tener acceso a la mejora de las jubilaciones no se podrá cuantificar el número de beneficiarios.
¿Cómo se financiará el fondo?
La mayor parte de los recursos del fondo saldrá de los ahorros inactivos que están en el sistema de cuentas individuales de retiro de las Afores que no han sido reclamados por personas de 70 años en adelante. El gobierno estima que esos fondos alcanzan 40,000 millones de pesos (unos US$ 2,352 millones).
En la reforma también se estableció que los institutos del Seguro Social y de Seguridad y Servicios Sociales de los empleados públicos y el Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores deberán transferir al nuevo fondo los recursos de las cuentas de retiro, cesantía en edad avanzada, vivienda y vejez de los trabajadores no activos de 70 años que no hayan reclamado sus ahorros.
Asimismo, se destinarán al fondo 25% de las utilidades que generen las empresas públicas que manejan las Fuerzas Armadas como la aerolínea Mexicana de Aviación y el llamado Tren Maya que opera en el sur del país; el 75% de los recursos que se obtengan de las operaciones del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado y lo que genere la liquidación de la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero y la venta de los terrenos del Fondo Nacional de Fomento al Turismo.
Todos los recursos irán a un fideicomiso público que constituirá la Secretaría de Hacienda y cuyo fiduciario será el Banco de México.
¿Cuáles son las cuentas inactivas?
Uno de los puntos que ha generado más controversia en la reforma ha sido la decisión del gobierno de que se pasen las cuentas inactivas de ahorros que están en las Afores al nuevo fondo público.
De acuerdo con la ley mexicana, las cuentas inactivas son aquellas “que no hayan tenido movimiento por depósitos de cuotas y aportaciones durante el período de un año calendario contado a partir del último depósito realizado”.
En la actualidad, la ley prevé que si después de 10 años una persona no reclama su pensión, las Afores deben regresar ese dinero al Seguro Social, que es el custodio de estos recursos.
¿El fondo es sostenible en el tiempo?
Los analistas consultados por la AP coincidieron en que mientras no se dé a conocer el número de beneficiarios y cómo se dispondrán los recursos del fondo para las compensaciones, será difícil saber si las fuentes de financiamiento anunciadas por el gobierno serán suficientes para cubrir los pagos de jubilaciones de los próximos años.
La oposición ya anunció que acudirá a la Suprema Corte de Justicia de la Nación para solicitar la invalidación de la reforma que aseguran que es inconstitucional, lo que presagia una batalla legal que podría detener la activación del fondo estatal.
¿Qué impacto tendrá en el sistema de pensiones?
Representantes del sector financiero y analistas han descartado que el nuevo fondo pueda afectar de manera significativa a las Afores o generar cambios drásticos en el sistema de ahorro para el retiro de México.
Al respecto Rolando Silva, integrante del Comité Técnico Nacional de Seguridad Social del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas, afirmó que las Afores recibirán un impacto porque perderán “un número considerable de clientes cautivos” que tenían en las cuentas inactivas que le generaban una comisión. Se estima que las cuentas inactivas no representan ni el 1% de los recursos que se manejan actualmente en las Afore.
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