El analista concluye que obtener armas pesadas, así como el apoyo continuado a la economía de Ucrania, es el único factor que determinará la duración y el resultado de esta guerra. (Foto: AFP | Referencial)
El analista concluye que obtener armas pesadas, así como el apoyo continuado a la economía de Ucrania, es el único factor que determinará la duración y el resultado de esta guerra. (Foto: AFP | Referencial)

El suministro de armas y el apoyo económico occidental son elementos cruciales para determinar la duración y resultado de la , según estima en entrevista con Efe Mykola Bielieskov, analista militar de un instituto oficial de investigación.

Bielieskov es investigador en el Instituto Nacional de Estudios Estratégicos, que proporciona apoyo analítico al Presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, y se muestra cauto en sus predicciones acerca de qué podría pasar en la guerra, que entra este miércoles en su séptimo mes.

Está convencido sin embargo de que los ucranianos han tomado una opción clara y que continuarán combatiendo contra la mayor amenaza a su existencia desde que Ucrania se convirtió en un Estado independiente hace exactamente 31 años.

El apoyo de los socios extranjeros tiene que responder a esta disposición a la lucha y al sacrificio en nombre de la libertad, afirma Bielieskov en una entrevista telefónica con Efe.

“El Ejército ucraniano ya dispone de cerca de un millón de efectivos. Podría crecer más pero le faltan armas pesadas y otro equipamiento militar moderno, como drones de reconocimiento, que es lo que necesita para estabilizar la línea del frente, por no hablar de lanzar una gran contraofensiva”, subraya este analista.

De momento la infantería ucraniana en el Donbás resiste a la artillería rusa y mantiene su posición a un precio elevado, incapaz de responder con la misma intensidad por la falta de sistemas artilleros de largo alcance y de lanzadores múltiples de misiles, así como munición para ellos.

“Esta ha sido principalmente una guerra entre dos artillerías y Rusia se apoya en su ventaja ahí”, explica Bielieskov, que también piensa que Ucrania se beneficiaría mucho si recibiera al menos 12 aviones de combate del tipo de los F-16, así como sistemas de defensa antiaérea de medio alcance, para asegurarse de que Rusia se mantenga al margen de usar su aviación en Ucrania.

El Ejército de Ucrania ha demostrado sin embargo que puede usar los dispositivos que ya ha recibido con mucha habilidad y eficacia, dice Bielieskov. Ucrania ha atacado depósitos de munición rusos y centros de mando durante semanas con los HIMARS y sistemas similares procedentes de Estados Unidos y Alemania, lo que ha dado algún respiro a sus tropas.

Y es más, ha sido capaz de dañar algunos puentes sobre el río Dnipro que son claves en el suministro logístico de las tropas rusas en la orilla occidental del río en la provincia de Jersón.

“No se puede hablar de una ofensiva a gran escala al estilo de la II Guerra Mundial por la escasez de armamento pesado por ahora”, afirma Bielieskov, que añade que espera que Ucrania sea capaz de “convencer a los rusos de que sus posiciones en la zona son insostenibles”, incluso con sus limitados medios.

Si eso sucede, la capacidad del Ejército ucraniano para liberar más territorios dependerá todavía de cuánto apoyo reciba.

Bielieskov estima que los apoyos internacionales de Ucrania todavía se muestran cautos ante el riesgo de que Rusia utilice medios “no convencionales”, es decir armas nucleares, lo que puede estar influyendo en la velocidad y escala del apoyo militar que prestan a Ucrania. La situación en torno a la central nuclear de Zaporiyia es además singularmente peligrosa.

Por último, tampoco hay que desestimar los desafíos logísticos.

“La escala de la operación que se necesita para recibir este equipamiento militar no tiene precedentes al menos desde la Guerra del Golfo entre 1990 y 1991″, afirma Bielieskov.

Este experto no cree probable que Rusia tenga que elegir que anuncia una movilización masiva para hacer ver su superioridad numérica. “La movilización oculta se ha estado produciendo de manera constante pero están limitados por la cantidad de equipos y entrenamiento que pueden dar a sus soldados”, afirma Bielieskov, que añade que el número de bajas entre las tropas rusas podría estar desincentivando potencial reclutamiento.

“Ucrania debería infligir una victoria decisiva para que Rusia deje de meterse finalmente” con el país, añade este analista, que cree que esa victoria solo podría implicar la devolución de todos los territorios ocupados por Rusia en Ucrania, incluida Crimea. “Aquí no hay soluciones intermedias, o ganamos o perdemos”.

Bielieskov está seguro de que Ucrania debería esforzarse en que el puente de Crimea deje de ser operativo para aislar a las tropas rusas del sur de Ucrania de su base logística, “si tiene los medios para hacerlo”.

Asegura que el entrenamiento recibido por los soldados ucranianos por parte de sus socios extranjeros, especialmente del Reino Unido, es importante pero no debería ensombrecer las necesidades prioritarias de Ucrania.

El analista concluye que obtener armas pesadas, así como el apoyo continuado a la economía de Ucrania, es el único factor que determinará la duración y el resultado de esta guerra.