A medida que se extiende la guerra en Ucrania, los medios oficiales chinos presentan su propia versión de la invasión rusa, basada en gran medida en la retórica de Vladimir Putin.
Desde la intervención del 24 de febrero, el régimen chino se niega a utilizar la palabra “invasión” y culpa del conflicto a los países occidentales y a la “expansión” de la OTAN.
China no ha condenado la invasión rusa, una postura que se refleja en los medios oficiales y las redes sociales, en un contexto de estricto control informativo.
El día en que el presidente ruso Vladimir Putin anunció el ataque, la agencia de noticias Xinhua repitió el lenguaje del Kremlin, hablando de una “operación militar especial” y afirmando que Rusia no tiene “ninguna intención” de ocupar Ucrania.
Los medios evitan cuidadosamente el término “guerra”, prefiriendo palabras como “conflicto” o “lucha”.
“China utiliza intencionadamente un lenguaje muy vago”, dijo Justyna Szczudlik, especialista en China del Instituto Polaco de Asuntos Internacionales. Con ello, Pekín espera no enemistarse con sus socios europeos, asegura.
“Sólida como una roca”
China tiene que hacer malabarismos con dos imperativos de su política exterior.
Por un lado, su sacrosanto compromiso de defender la “soberanía e integridad territorial” de los Estados (a pesar de la violación de la soberanía de Ucrania). Y por otro, mantenerse cercana a Moscú, con quien comparte la hostilidad hacia Estados Unidos.
La semana pasada, el ministro de Exteriores, Wang Yi, se congratuló de una amistad “sólida como una roca” con Rusia.
Y defendió las “legítimas preocupaciones de seguridad” de Moscú, es decir la expansión de la OTAN, en la raíz del conflicto.
Este delicado equilibrio también afecta a los medios de comunicación. Una directiva oficial filtrada en internet les pide que no difundan contenidos desfavorables para Rusia.
Durante la ceremonia de apertura de los Juegos Paralímpicos de Pekín, una condena a la guerra no fue traducida en la televisión china.
Y los propietarios de los derechos en China de la liga de fútbol inglesa decidieron no emitir los partidos del primer fin de semana de marzo porque los jugadores habían planeado mostrar su apoyo a Ucrania.
“No hay humo sin fuego”
En las redes sociales, aparecen palabras clave favorables a Putin y los llamamientos a la capitulación de Ucrania circulan sin censura, mientras que los mensajes pro-Ucrania están bloqueados.
Algunos medios también se toman al pie de la letra las teorías conspirativas rusas. “No hay humo sin fuego”, comentó el Global Times, sobre las afirmaciones rusas de supuestos laboratorios biológicos estadounidenses en Ucrania.
Sin embargo, el diario nacionalista guardó silencio sobre el desmentido de Washington, que calificó las acusaciones de “mentiras descaradas”.
“Como cualquier país, China se preocupa principalmente de sus propios intereses”, afirma el analista Richard Ghiasy, del Centro de Estudios Estratégicos de La Haya.
Sin embargo, para Pekín “los lazos estables y predecibles con Rusia son absolutamente esenciales”.
Los medios chinos apenas hablan de la afluencia de refugiados a la Unión Europea (UE).
Sin embargo, la cadena pública en inglés CGTN, dirigida a un público extranjero, concedió una “entrevista exclusiva” al líder de la autoproclamada República de Donetsk, en el este de Ucrania, solo reconocida por Moscú.
En esta entrevista, Denis Pushilin habló de las “zonas liberadas” por el ejército ruso y dijo que “la gran mayoría de los ciudadanos quieren estar lo más cerca posible de Rusia”.
A pesar de este sesgo mediático, la diplomacia china intenta posicionarse como un actor imparcial dispuesto a desempeñar un papel mediador entre Kiev y Moscú.
China mantiene una “política independiente sobre la cuestión de Ucrania y desarrolla lazos con todas las partes para inyectar estabilidad en el mundo”, dijo el viernes el Global Times.