La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, alertó sobre el aumento de “las presiones sobre los precios” en un momento en que la economía se ralentiza.
Según explicó Lagarde, el BCE decidió “por unanimidad” subir sus tipos de interés en medio punto porcentual, hasta el 0.50%, y aprobar un instrumento para que no se disparen las primas de riesgo de algunos países de la zona del euro que consiste en comprar deuda de ese país.
Se trata de la primera subida de los tipos de interés desde julio del 2011 y la zona del euro sale de los tipos de interés negativos.
Los tipos de interés del BCE han estado en el 0 % desde mediados de marzo del 2016 y la tasa de la facilidad de depósito ha sido negativa desde mediados de junio del 2014.
Al aprobar este nuevo instrumento para evitar que suban las primas de riesgo en algunos países como ahora en Italia, que atraviesa una crisis política, el BCE aprobó una subida de los tipos de interés más elevada de lo que había dicho en junio.
“El Consejo de Gobierno consideró apropiado dar un primer paso mayor en la normalización de su política monetaria”, manifestó Lagarde.
Añadió que en las próximas reuniones serán necesarias más subidas de los tipos de interés que dependerán de los datos del mercado.
Consideró que lo que ocurra en setiembre dependerá de los datos de las nuevas proyecciones de inflación y crecimiento.
“Estamos acelerando la salida” de una política monetaria muy expansiva y salir de los tipos de interés negativos “permite hacer una transición” a una toma de decisiones sobre los tipos de interés en cada reunión, según Lagarde.
Recordó que la inflación se disparó en junio hasta 8.6%, principalmente por el aumento de los precios de la energía, que van a seguir elevados.
Finalmente, explicó que el instrumento antifragmentación es para todos los países de la zona del euro y que será el Consejo de Gobierno el que decida si se aplica a un país.