La reciente reelección de Nayib Bukele en El Salvador es el caso más reciente de mandatarios latinoamericanos que han cambiado las leyes o han interpretado de manera controversial las existentes para poder postularse a la reelección en los últimos veinte años.
En la mayoría de los casos estas decisiones han generado debates significativos sobre la democracia, la alternancia en el poder y la consolidación de liderazgos autoritarios en la región.
Chávez enmendó la Constitución de Venezuela
En 2007, Hugo Chávez propuso reformar la Constitución para extender el período presidencial de seis a siete años y permitir la reelección continua, pero la idea fue rechazada en una consulta popular.
Después de eso, en 2009 promovió una enmienda constitucional que sí fue aprobada y que mantuvo el período presidencial en un sexenio, pero también dio luz verde para que otros cargos de elección popular fueran reelegibles, como alcaldes, gobernadores y diputados.
Según los críticos, Chávez violó la Constitución al someter el mismo asunto a referendo dos veces dentro de un mismo período presidencial, en alusión al artículo 74 constitucional que establece: “No podrá hacerse más de un referendo abrogatorio en un período constitucional para la misma materia”.
Nicolás Maduro ha continuado en el poder bajo el mismo marco legal.
Evo Morales se apoyó en el Tribunal Constitucional
Evo Morales realizó un referéndum en 2016 para modificar la Constitución y eliminar los límites de mandato, pero la propuesta fue rechazada.
Sin embargo, en 2017, el Tribunal Constitucional de Bolivia dictaminó que los límites de mandato violaban los derechos humanos, permitiendo a Morales postularse a un cuarto periodo en 2019. Esta decisión fue altamente controvertida y contribuyó a la crisis política que llevó a su renuncia en 2019.
Maniobras legales de Ortega para perpetuarse en el poder
Daniel Ortega, a través de maniobras legales y decisiones judiciales, eliminó los límites de mandato, lo que le ha permitido ser reelegido varias veces desde 2007.
El líder sandinista, que retornó al poder en 2007 tras haber ganado con el 38 % de los votos las elecciones de noviembre de 2006 frente a dos fuerzas liberales conservadoras divididas, allanó su camino a la reelección gracias a una maniobra jurídica con la que burló la norma constitucional que se interponía entre él y su objetivo de mantenerse en el poder cinco años más.
Los magistrados sandinistas de la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, sin presencia de magistrados opositores, declararon en octubre de 2009 inaplicable el artículo de la Carta Magna que impedía la reelección continua del presidente y limitaba a dos su número de mandatos.
En las elecciones de 2011, pese a que la Constitución lo prohibía expresamente, Ortega se presentó como candidato a la Presidencia, la cual ganó con un 62.45% de los votos en una jornada electoral plagada de denuncias de irregularidades.
En 2014, la Asamblea Nacional (Parlamento), de mayoría sandinista, modificó la Constitución y estableció la reelección presidencial indefinida y la posibilidad de elegir al presidente en primera vuelta y con mayoría simple de votos.
Ortega, de 78 años, se mantiene en el poder desde el 2007, tras coordinar una Junta de Gobierno de 1979 a 1985, y presidir por primera vez Nicaragua de 1985 a 1990.
Ecuador revertió la reelección indefinida que impulsó Correa
Rafael Correa promovió una enmienda constitucional en 2015 que permitió la reelección indefinida. Aunque inicialmente se aplicaría para futuras elecciones, permitiendo su participación en 2021, esta enmienda fue posteriormente derogada, y se restablecieron los límites a la reelección.
En efecto, Correa ganó las elecciones de 2007 bajo la Constitución de 1998 (que no permitía reelección inmediata) y promovió la Constitución vigente de 2008 que permite una sola reelección.
Con ello puso su contador de elecciones a cero, y fue elegido nuevamente en 2009 y reelegido en 2013. Entonces promovió la enmienda con la que se aprobó la reelección indefinida, que no podía aplicarse ya para las elecciones de 2017, en las que el candidato fue Lenín Moreno.
Esta enmienda posteriormente fue derogada en un referéndum promovido por Lenín Moreno, cuando ya se había rebelado en contra de su antecesor. La idea de Correa era regresar en 2021 al poder con la reelección indefinida ya vigente.
Fujimori “puso a cero” el contador de reelecciones en Perú
Alberto Fujimori ganó las elecciones en 1990 bajo la Constitución de 1979 (que no permitía reelección inmediata) y aprovechó que en 1993 hizo una nueva Constitución para “poner a cero” también su contador de elecciones a través de la Ley de Interpretación Auténtica.
La Constitución de 1993 contemplaba inicialmente una reelección inmediata (actualmente no lo permite), de modo que Fujimori fue elegido presidente por segunda vez en 1995 y por tercera vez en 2000, pero dimitió al poco tiempo tras el escándalo de los llamados “Vladivídeos”, el registro audiovisual de los tratos ilegales durante el Gobierno de Fujimori.
La Corte Suprema hondureña alargó el mandato de Hernández
En Honduras no está permitida la reelección presidencial, bajo ninguna modalidad, pero en 2015 una interpretación de la Corte Suprema de Justicia le dio vía libre a Juan Orlando Hernández para que pudiera buscar la reelección.
En las elecciones de noviembre de 2017 hubo fraude, según los partidos de oposición, y la crisis política que vivía el país desde el golpe de Estado del 28 de junio de 2009 al entonces presidente Manuel Zelaya, se agudizó.
Uribe vio frustrado su deseo de un tercer mandato
En Colombia, Álvaro Uribe (2002-2010) logró una modificación constitucional que le permitió postularse y ser reelegido para un segundo mandato presidencial. Sin embargo, el intento de una segunda reelección fue finalmente bloqueado por la Corte Constitucional en 2010.
En 2005 Uribe logró aprobar la reelección presidencial inmediata, algo que no contemplaba la Constitución colombiana y que le permitió estar en el poder dos mandatos consecutivos.
La reelección de Uribe en 2006 derivó en uno de los mayores escándalos políticos de corrupción del país conocido como la ‘Yidispolítica’, toda vez que la congresista Yidis Medina estuvo en el centro de la trama.
En 2008 Medina, quien era representante a la Cámara, admitió que recibió sobornos de parte de funcionarios del Gobierno a cambio de su voto favorable al proyecto de reforma constitucional que permitió a Uribe aspirar a un segundo mandato presidencial.
Luego de las investigaciones, en 2015, la Corte Suprema de Justicia también halló culpables y condenó a seis años de prisión a los exministros Diego Palacio y Sabas Pretelt de la Vega. Igualmente fue sancionado el secretario de la presidencia Alberto Velásquez.
También fueron condenados por decisión de la Corte Suprema de Justicia los excongresistas Teodolindo Avendaño e Iván Díaz Mateus.
El último presidente que logró ser reelegido fue Juan Manuel Santos, quien gobernó entre 2010 y 2018, pero una vez conseguido su segundo periodo impulsó una reforma constitucional que acabó con la reelección presidencial inmediata en 2015.
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