La expansión de la producción de soja, principalmente para destinar a la industria cárnica, se ha intensificado en Bolivia y ha convertido a este país en el más expuesto a la deforestación ligada a este cultivo, que ya es siete veces mayor que la de Brasil.
Así lo pone de manifiesto un estudio de Trase, una plataforma que analiza y expone las cadenas de suministro de las principales materias primas comercializadas a nivel global, como la soja, y cuyos datos ha difundido este miércoles.
Aunque la destrucción forestal asociada a los macrocultivos de soja se suele relacionar con Brasil y con Argentina, el estudio aclara que la producción de esta materia prima en Bolivia ha disparado en los últimos ocho años la deforestación en un 259%.
LEA TAMBIÉN: Rescate de gigante mundial de soja Vicentin en riesgo de colapso
Esto se debe, según los autores del informe, a la expansión agropecuaria, donde detallan que “lo más preocupante es la expansión de las plantaciones de soja para satisfacer la creciente demanda de alimento para el ganado”.
“En 2021 se deforestaron o convirtieron 31.8 hectáreas de vegetación nativa por cada mil toneladas de soja producidas en Bolivia”, según el estudio, una cifra mucho mayor que la de Brasil (4.6 hectáreas, en 2020), Paraguay (5.9 hectáreas, en 2019) o Argentina (0.9 hectáreas, en 2019).
A nivel global, la superficie dedicada a este cultivo ascendió de los 778,600 hectáreas que ocupaba en 2020 -cuando acarreaba una deforestación de cerca de 77,090 hectáreas- a las 1,088 millones de hectáreas en 2021, año en que al menos 105,600 hectáreas sufrieron la conversión de ecosistemas naturales a otro tipo de uso de la tierra.
“La demanda de la industria cárnica de cultivar más soja como alimento para animales se ha afianzado en Bolivia y estamos siendo testigos de la destrucción de la naturaleza en otro país latinoamericano”, ha lamentado en un comunicado Joao Goncalves, director de la ONG Mighty Earth Brasil, que forma parte de la Alianza Cero Deforestación.
“El hecho de que la tasa de deforestación y conversión de bosques para cultivar soja sea siete veces mayor que la del Brasil muestra la magnitud del problema para Bolivia”, ha añadido Goncalves, que ha señalado que “el mismo gran actor de otros países está involucrado: Cargill”.
“Esperamos que estos nuevos datos de Trase sean la llamada de atención necesaria para detener una mayor expansión de la soja en Bolivia”, ha recalcado.
De los 3.3 millones de toneladas de soja que produjo Bolivia en 2021, 2.5 millones se exportaron a Colombia y a Perú, 77% como torta de soja, 20% como aceite de soja y el 3% como soja cruda.
Fuente: EFE
LEA TAMBIÉN: Gigante agroindustrial presenta oferta por el procesador de soja Granol