No hay grandes pancartas ni mitines, ni calles empapeladas con las banderas de los partidos políticos, pero en El Salvador no falta en los puestos del mercado la imagen del presidente Nayib Bukele, gran favorito a la reelección del domingo.
Tazas, camisetas, gorras, llaveros, relojes, cuadros, muñecos de arcilla, delantales o alcancías de yeso: en el Mercado de Artesanías Excuartel, en el centro histórico de San Salvador, los vendedores buscan también sacar provecho de la popularidad del presidente.
Oscar Martínez, de 54 años, viene de comprar una camiseta azul estampada con una foto de Bukele dando un discurso. De fondo los colores de un amanecer y la frase: “El Salvador renace”.
“Ando paseando y vienen las elecciones y estamos muy entusiasmados de poderle dar el voto. Antes no podíamos viajar por el miedo a las pandillas”, dice Martínez, quien trabaja en Estados Unidos en mantenimiento de aires acondicionados.
Bukele, de 42 años, aspira a la reelección luego de que la Corte Suprema de Justicia hizo una interpretación de la Constitución, que sólo permitía un mandato de cinco años.
Según los últimos sondeos -no se pueden publicar en vísperas de la votación- arrasará. Sus rivales de izquierda y derecha figuran con una intención de voto de un dígito.
Gloria de Echeverría, de 53 años, dice “hay un boom” de Bukele. “Hizo historia en todo. Nunca había visto que se vendiera tanto producto con la cara de un presidente”, afirmó.
En su tienda, ella tiene incluso cuadros de la moderna biblioteca contruida con un préstamo de China, recién inaugurada con bombos y platillos por Bukele en el casco histórico. “Esta se vende mucho”, explica.
Judith Alfaro vende también artículos de Bukele pero no está muy contenta porque es parte de los vendedores ambulantes a quienes el gobierno desplazó de las calles del centro histórico para renovarlo.
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Un “dictador” bienvenido
Sentada esperando clientes junto a un delantal con el rostro de Bukele en gafas oscuras, Ana Hernández, de 67 años, dice que “se venden bastantes las cosas de él porque las personas lo quieren”.
“Por eso lo buscan y lo vendemos. Para mí ha sido un buen presidente, no se compara con otros”, asegura Hernández, con medio siglo de trabajar en el mercado.
Aunque Bukele goza de popularidad del 90%, según el Latinobarómetro 2023, por la guerra contra las pandillas, activistas de derechos humanos aseguran que está basada en un régimen de excepción, vigente desde marzo de 2022, que permite detenciones arbitrarias y atropellos.
Analistas y grupos de derechos humanos advierten, además, que Bukele controla todos los poderes del Estado, que ha fundado en El Salvador una autocracia.
“Si ese fuera un dictador bienvenido sea, porque si fuera una dictadura así todo el mundo la quisiera (...). Con este presidente que tenemos, Nayib Bukele, y toda la Asamblea ( Legislativa) a favor estamos bendecidos”, afirmó Martínez.
¿Derechos humanos? no parece preocupar mucho por acá. “Incluso nos dicen los extranjeros a nosotros, préstennos a Bukele”, dice Echeverría, entre risas.
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