Japón y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) estarían desarrollando una estrategia conjunta para la manufactura y venta de automóviles con la intención de unir fuerzas ante la pujanza de los fabricantes chinos de vehículos eléctricos, según el diario nipón Nikkei.
La estrategia estaría proyectada hasta 2035 y podría anunciarse en septiembre de este año, en una reunión de los ministros de Economía de los países involucrados, según avanzó este lunes el citado periódico financiero.
El proyecto llega a medida que las empresas de vehículos eléctricos de China, como BYD y SAIC Motor, ganan terreno tanto en Japón como en el Sudeste Asiático y el resto del mundo.
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Japón y la ASEAN estarían pensando cooperar en capacitación de personal, descarbonización de la producción, adquisición de recursos minerales, inversión en campos de nueva generación como los biocombustibles y el desarrollo de una campaña informativa sobre los vehículos producidos en sus territorios.
Del acuerdo se espera que el posicionamiento de Japón en desarrollo tecnológico beneficie a la ASEAN.
El crecimiento de los fabricantes chinos plantea un desafío a sus competidores nipones, incluidos Toyota Motor y Honda Motor, con plantas ubicadas en múltiples países del Sudeste Asiático, donde fabrican más de tres millones de vehículos al año que suponen alrededor del 80% del total de la producción en la ASEAN.
Un ejecutivo de una empresa de fabricación de vehículos dijo a Nikkei: “La demanda de automóviles en su conjunto disminuyó en el Sudeste Asiático debido al aumento de las tasas de interés y otros factores”, antes de añadir que los actores chinos supieron aprovechar el impulso de los “generosos subsidios” a los vehículos eléctricos.
Tailandia, por ejemplo, ofrece beneficios fiscales a los fabricantes de automóviles que producen vehículos eléctricos en el país, programa que aprovechan firmas chinas como BYD y que llevó a que el 85% de los vehículos eléctricos vendidos allí en 2023 fueran de manufactura china, aportó Nikkei.
Hasta ahora, las marcas de automóviles niponas llevaban a cabo sus negocios en la ASEAN por su cuenta, pero el fortalecimiento de la presencia de empresas automovilísticas chinas en la región motivó la intervención del Gobierno de Japón para elaborar una estrategia conjunta.
Para capacitación del personal, el país estaría pensando en usar los 140 billones de yenes (unos 826 millones de euros o 900 millones de dólares) que su Ministerio de Economía, Comercio e Industria contempla en su presupuesto de asistencia al Sur Global, medida que busca fortalecer los vínculos con economías en crecimiento y ricas en recursos.
En los campos catalogados como “de nueva generación”, ambas partes consideran adquirir materiales utilizados en baterías de vehículos eléctricos y explorar el reciclaje de las mismas. Entre los proyectos contemplados, figura elaborar biocombustibles a partir de aceite de cocina usado.
Además, Japón y la ASEAN colaborarán en el análisis del mercado automotriz mundial en un intento por impulsar las exportaciones de automóviles.
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