El vicepresidente de la Comisión Europea (CE) y responsable de Comercio, Valdis Dombrovskis, defendió este jueves en una reunión con el ministro de Comercio chino, Wang Wentao, la investigación que ha llevado a Bruselas a imponer aranceles a los coches eléctricos, si bien ambos acordaron “intensificar los esfuerzos” para encontrar una solución.
Según el comunicado que la CE publicó tras el encuentro, Dombrovskis trasladó a Wang que la investigación que está llevando a cabo Bruselas sobre los subsidios que Pekín da a sus fabricantes, y que ha llevado a la aplicación provisional de los aranceles, “se basa estrictamente en hechos” y “cumple completamente” las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
No obstante, “ambas partes reafirmaron su voluntad política para buscar e intensificar una solución mutua acordada”, añade el comunicado, y se comprometieron a “mantener abiertos los canales de comunicación a nivel ministerial”
Dombrovksis aseguró a su homólogo que el mercado comunitario permanecerá abierto a las importaciones de vehículos eléctricos chinos “ya que el objetivo de la UE es compensar solo las subvenciones identificadas, permitiendo así una competencia leal”.
Los países de la UE, que están divididos sobre la conveniencia de los aranceles, podrían pronunciarse sobre la medida en una votación vinculante el próximo 30 de setiembre, según dijeron a EFE fuentes diplomáticas, que puntualizaron, no obstante, que la fecha no está completamente cerrada.
Y es que según el reglamento comunitario, hay margen hasta finales de octubre para celebrar la votación.
Francia e Italia lideran los países favorables a la aplicación de los aranceles, mientras que el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, se unió la semana a su homólogo alemán, Olaf Scholz, cuando durante un viaje oficial a China pidió a Bruselas que reconsidere su posición.
En una primera votación no vinculante a mediados de julio, España votó a favor de la medida junto a París y Roma y otros nueve países, mientras que Berlín y otros diez se abstuvieron y Hungría, Eslovaquia, Malta y Chipre votaron en contra.
La petición de Sánchez se produjo en el contexto de la investigación que en contrapartida ha iniciado China a las importaciones de carne de cerdo y productos lácteos de la UE, que para España representan una factura de exportaciones de casi 1,900 millones de euros en el primer caso y de 91 millones en el segundo.
El vicepresidente de la CE trasladó hoy a su homólogo chino que estas investigaciones “son injustificadas, se basan en acusaciones cuestionables y carecen de pruebas suficientes”.
Si Bruselas y Pekín no llegan a un acuerdo antes de que los Veintisiete se pronuncien, los aranceles entrarán definitivamente en vigor durante un máximo de cinco años, a no ser que se opongan 15 países que representen al menos al 65% de la población de la UE.
Más allá de la cuestión de los vehículos eléctricos, Dombrovskis trasladó a Wang “las preocupaciones crecientes” de la UE sobre el papel que está jugando China en la guerra contra Ucrania, en relación a la evasión de las sanciones que los Veintisiete han impuesto a Moscú.
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