La Unión Europea (UE) celebró una videoconferencia con líderes latinoamericanos y caribeños que están al frente actualmente de organizaciones regionales y subregionales, mientras aguarda a que la Celac vuelva a tener mayor cohesión para organizar una cumbre de bloque a bloque a la altura de sus expectativas con esos socios.
“La reunión de dirigentes que celebramos hoy es un paso importante para reanudar el diálogo entre la UE y América Latina y el Caribe al más alto nivel, tras un paréntesis de seis años”, indicó el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en un comunicado conjunto al término de la videoconferencia con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Michel añadió que la UE espera que “sea también una etapa del camino hacia la celebración de una auténtica cumbre birregional tan pronto como las condiciones lo permitan”.
Von der Leyen puso de relieve la cercanía de valores y objetivos multilaterales entre los dos bloques y aseguró que la UE “está preparada para colaborar con América Latina y el Caribe con miras a una recuperación sostenible, digital y socialmente integradora” tras la pandemia.
Por parte latinoamericana y caribeña participaron Brasil, en la presidencia “pro tempore” del Mercosur durante el segundo semestre del 2021, o Colombia, en la de la Alianza del Pacífico en el 2021, de la Comunidad Andina (CAN) durante el primer semestre del 2021, y del Foro para el Progreso de América del Sur (Prosur) en el 2021.
También Costa Rica, al frente del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) durante el primer semestre del 2021; Ecuador, de la CAN durante el segundo semestre del 2021; Guatemala, del SICA durante el segundo semestre del 2021; México, de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) en el 2020-2021, y Surinam, del Foro del Caribe del Grupo de los Estados de África, del Caribe y del Pacífico (Cariforum) durante el primer semestre del 2021.
En total, siete países entre los que no se encontraron Cuba, Nicaragua o Venezuela, estos dos últimos sancionados por la UE ante la represión interna y la crisis política que atraviesan.
La fórmula de reunirse con los representantes de organizaciones regionales o subregionales había sido aludida por fuentes comunitarias previamente, ante la dificultad de celebrar una cumbre UE-Celac (la última fue hace seis años) por las divisiones internas en el bloque latinoamericano y caribeño.
El objetivo de tratar de impulsar esa cumbre en el 2022 también es incierto, reconocieron recientemente, pese a los esfuerzos que está realizando para ello el alto representante comunitario para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, presente también en la videoconferencia.
En cualquier caso, la UE tiene claro que debe estrechar más los lazos con el subcontinente, un socio clave de mentalidad afín que puede “desempeñar un papel decisivo a la hora de definir la agenda multilateral y de abordar retos mundiales”, reconocieron Michel y Von der Leyen.
COVID-19 e inversiones
El lema de la reunión de este jueves, que sigue a la que celebraron los ministros de Exteriores de las dos regiones en diciembre pasado, era “aunar fuerzas para una recuperación sostenible tras el COVID”.
La UE ya ha aportado 3,000 millones de euros para asistencia sanitaria inmediata destinada a América Latina y el Caribe y ha exportado a esos países más de 130 millones de dosis de vacunas contra el coronavirus, recordó la UE.
De cara al futuro, la UE dijo estar dispuesta a respaldar iniciativas regionales como el Plan de Autosuficiencia Sanitaria para América Latina y el Caribe, elaborado por la Comisión Económica de las Naciones Unidas para la región.
La UE ha previsto para América Latina y el Caribe 3,400 millones de euros de su presupuesto para 2021-2027, mientras que el Fondo Europeo de Desarrollo Sostenible Plus se ha marcado como objetivo movilizar más de 12,000 millones de euros de inversión pública y privada en la región.
La recuperación sostenible tras la pandemia, así como las transiciones verde y digital están en el punto de mira de la UE también en la región, a la que también quiere que llegue su iniciativa “Pasarela Mundial”, un plan para movilizar hasta 300,000 millones de euros en infraestructuras en Latinoamérica, África y el sudeste asiático, que supone “una verdadera alternativa” a la nueva Ruta de la Seda china en palabras de Von der Leyen.
Según la UE, este jueves señalaron que “no se puede lograr una recuperación duradera sin respetar los derechos humanos” y abordaron la necesidad de atajar las desigualdades, para lo que la UE quiere poner en marcha en el 2022 una iniciativa para dar respuesta a retos estructurales.