El brasileño Roberto Azevedo, jefe de la Organización Mundial del Comercio (OMC) que este jueves anunció su dimisión anticipada, es un diplomático que fracasó en preservar la institución de las tensiones y el conflicto entre China y Estados Unidos.
Azevedo, de 62 años, explicó que dimitió por razones familiares tras haber hablado con su mujer, también diplomática en Ginebra, sus dos hijas y su madre. Asegura no tener ambiciones políticas en su país, donde algunos aseguran que quiere ser presidente.
En el 2013, cuando fue elegido director general, Azevedo tenía a su favor los logros para su país, que representaba en la OMC desde el 2008.
Su objetivo era sacar a la organización del ciclo de Doha que había empezado en el 2001 con el objetivo de liberalizar los intercambios internacionales y favorecer el desarrollo de los países menos avanzados.
"Se trata de hacer el sistema compatible con el mundo de hoy. Hace falta un director general capaz de arremangarse, de sentarse con los estados miembros y hablar con ellos en igualdad", dijo entonces.
Azevedo fue reelegido en el 2017 e iba a terminar su mandato a mediados del 2021.
Pero finalmente se irá en setiembre, con algunos éxitos en su haber, como un acuerdo para facilitar los intercambios, logrado en Balí en el 2013, o la ampliación de un acuerdo sobre las tecnologías de la información dos años más tarde.
Esos acuerdos "no solo mejoraron la vida" de la población sino que "demostraron que la OMC es un espacio propicio a los negocios. También demostraron que 164 miembros pueden trabajar juntos para resolver problemas complejos", aseguró en la campaña para su reelección.
Por otra parte Roberto Azevedo abrió las puertas de la OMC a Yemen, a las Seychelles, a Kazajistán, Liberia y Afganistán.
Pero no logró "hacer evolucionar favorablemente los grandes (des)equilibrios del sistema regulado por la OMC", apunta Sébastien Jean, director del Centro de Estudios Prospectivos e Informaciones Internacionales (CEPII).
Azevedo nació el 3 de octubre de 1957 en Salvador de Bahía (noreste) y es ingeniero de formación, diplomado de la universidad de Brasilia.
En 1984 entró en el servicio diplomático brasileño y en el 2011 participó en la creación de la Coordinación General de Litigios del ministerio brasileño de Relaciones Exteriores, un servicio que dirigió durante cuatro años.
En el 2005 se convirtió en jefe del departamento económico del ministerio y del 2006 a 2008 fue subsecretario general de Asuntos Económicos.
Paradójicamente sin embargo, su "perfil de insider del sistema OMC no era necesariamente propicio a darle una auténtica influencia sobre el curso de los acontecimientos", analiza Sébastien Jean.
Para responder a las ambiciones crecientes de China, Estados Unidos, bajo la presidencia de Barack Obama (2009-2017), empezó a poner palos en las ruedas en la organización, bloqueando los nombramientos de los jueces de la instancia de apelación del Órgano de Solución de Conflictos (ORD).
El actual presidente estadounidense, Donald Trump, reacio al multilateralismo, acusa a esta instancia de rebasar sus poderes emitiendo dictámenes que, según Washington, violan la soberanía nacional y por eso bloquea totalmente su funcionamiento desde diciembre del 2019.
Roberto Azevedo fue diplomático en Washington (1988-91), Montevideo (1992-94) y en la representación brasileña antes Naciones Unidas en Ginebra (1997-2001).
Su mujer Maria, de 62, con la que tuvo dos hijas, también es diplomática, embajadora ante la ONU en Ginebra desde el 2016.