Los chilenos, que en setiembre decidirán si mantiene la Constitución vigente o aprueban una nueva, parecieran estar más interesados en qué pasará después del plebiscito que en el contenido del texto propuesto por la Convención Constitucional.
El senador oficialista Ricardo Lagos Weber dijo que sus conocidos en redes sociales “están todos discutiendo el proceso y no el contenido de la propuesta”.
La discusión en torno al proceso constitucional fue reforzada tras las declaraciones del presidente Gabriel Boric, quien mencionó que si en el referéndum del 4 de setiembre gana la opción “Rechazo”, en Chile tendrá que “discutirse todo de nuevo a partir de cero”, y elegir una nueva Convención Constitucional para que redacte otra Ley Fundamental.
Coincidentes encuestas dan por ganador al rechazo por estrecha mayoría.
La virtual hoja de ruta del mandatario sigue en el centro de la discusión de políticos de todos los colores, y mientras el oficialismo apoya la posición de Boric, en la oposición derechista dicen que la ciudadanía es la que debe elegir el camino a seguir.
Ambos sectores coinciden en descartar que el Congreso escriba otro texto y algunos en la oposición derechista proponen que los redactores sean grupos de expertos constitucionales.
El senador oficialista Jaime Quintana advirtió: “cuidado, porque ahí quien tiene un poder de decisión también es el Congreso y tenemos un gobierno que no tiene mayoría”, en alusión a que la propuesta de Boric debe ser aprobada por el poder legislativo.
En lo que hay un acuerdo transversal es que la Constitución vigente, impuesta por la dictadura militar (1973-1990) debe ser reformada incluso si gana el rechazo a cambiarla. En un plebiscito en octubre del 2021, el 78% de la población votó por una nueva Carta Magna escrita por un órgano electo democráticamente.
En medio de la campaña electoral con miras al plebiscito del 4 de setiembre, ya surgieron las acusaciones de intervencionismo electoral hacia el gobierno. Esta jornada el excandidato presidencial derrotado por Boric en el 2021, José Antonio Kast, y diputados conservadores, solicitaron a la Contraloría crear un grupo especial “para abordar las masivas y reiteradas de denuncias de intervención electoral”.
El gobierno impulsa la campaña “Hagamos Historia” que busca un “voto informado” y algunos de sus ministros han repartido ejemplares del texto constitucional propuesto, lo que también fue criticado por Kast. Boric respondió a Kast que “lo importante es que se vote conociendo el texto y por eso nosotros vamos a poner a disposición de los chilenos y chilenas el texto de la Convención”.
El libro con el texto constitucional figura entre los más vendidos en librerías y en puestos callejeros, con un valor que va desde 4,850 y 5,700 pesos (US$ 5 a US$ 6). También se puede descargar en línea en varios sitios.
El proceso constitucional fue la salida institucional del Congreso para frenar multitudinarias protestas que siguieron a un estallido social en octubre del 2019.