Los médicos realizaron una protesta exigiendo mejoras salariales y equipos de protección para el coronavirus, pero mantuvieron la atención a los pacientes hospitalizados.
Decenas de galenos con batas y enfermeras con trajes celestes se manifestaron afuera de hospitales de Lima y frente al edificio del Ministerio de Salud (Minsa), observaron periodistas de la AFP.
“No se paga el bono covid. No se pagan las horas complementarias, no nos dan equipo de protección, no nos hacen las pruebas rápidas”, dijo Godofredo Talavera, presidente de la Federación Médica Peruana.
“Es lamentable que el gobierno incumpla con los trabajadores de la salud. Hasta ahora la ministra (de Salud, Pilar Mazzetti) no nos recibe para resolver nuestros reclamos”, manifestó.
Durante la jornada, los médicos dejaron de atender consultas externas y realizan manifestaciones callejeras, pero mantienen la atención de los pacientes en hospitales del país, donde están internados 8,054 enfermos con COVID-19, según el Minsa.
“Pedimos el bono COVID a profesionales que están en la primera línea de la pandemia”, dijo Teodoro Jiménez, dirigente del Sindicato del Seguro Social.
En la protesta, la segunda a nivel nacional, los profesionales de la salud quemaron un ataúd de cartón que llevaba pegada una cruz blanca en el frontis de un hospital de Lima.
El coronavirus ha causado estragos entre los médicos peruanos, con la muerte de 199 y 4,036 contagiados, según el gremio.
“Lo que nos mueve, al menos particularmente a los médicos son los hermanos caídos, hay muchos médicos que han fallecido”, dijo la doctora Susy Yana.
“Muchos de los hospitales están abandonados, tienen infraestructura pues muy obsoleta”, agregó.
Los sindicatos también exigen mejoras salariales para médicos del sector público, cuyo sueldo oscila entre US$ 1,500 y US$ 2,000 mensuales, según la entidad.
Perú ha sido fuertemente afectado por la pandemia, pero desde hace un mes registra una disminución paulatina de contagios y decesos.
Con 33 millones de habitantes, Perú es tercero en América Latina en decesos por la pandemia (32,324), después de Brasil y México. También es tercero en contagios (808,714), detrás del gigante sudamericano y Colombia.
Pero es el país más enlutado del mundo por la tasa de mortalidad, con 100,85 fallecimientos por cada 100,000 habitantes, según la Universidad Johns Hopkins de Estados Unidos.