Más de un millón de chilenos mantiene una deuda por estudiar en la universidad, según un informe publicado por el Ministerio de Educación.
El reporte, para el que se analizaron los datos de casi 670,000 deudores, forma parte de un plan del Ejecutivo que busca condonar parcialmente las deudas educativas, una de las principales promesas del progresista Gabriel Boric y uno de los grandes problemas que aquejan a los jóvenes chilenos.
La información oficial apunta a que el 69% de quienes se encuentran en etapa de pago de su crédito educativo posee ingresos mensuales inferiores a 750,000 pesos (unos US$ 810) y el 81% tiene ingresos menores a un millón de pesos (unos US$ 1,100).
“Esta información nos entrega un diagnóstico robusto que justifica la pertinencia de la condonación a las deudas educativas. Lejos de la imagen que se ha tratado de instalar, la gran mayoría de los deudores no tiene altos ingresos”, señaló el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila.
Se trata de quienes todavía se encuentran devolviendo préstamos educativos como el Crédito Aval del Estado (CAE), un instrumento que se creó en el 2005, bajo el Gobierno de Ricardo Lagos (2000-2006), con la promesa de permitir a los hogares con menos ingresos acceder a la educación superior.
Según los expertos, este mecanismo y otros instrumentos de financiamiento como el Crédito Solidario o el Corfo, consolidaron el endeudamiento como medio para acceder a la educación a costa de unos intereses muy elevados.
“(El CAE) es una pesada mochila para los deudores educativos, y una alta carga para el Estado, el que a la fecha ya ha recomprado más de la mitad de los créditos cursados”, señala su programa de gobierno de Boric.
El informe revela también la brecha de género en la deuda educativa, apuntando a que las mujeres representan el 57% de los deudores, frente al 43% de los hombres.
En el caso de ellas, el 92% gana menos de 750,000 pesos, mientras que en el caso de los hombres la cifra es del 84%.