La apreciación incesante del dólar está golpeando a los tenedores de bonos de las aerolíneas latinoamericanas.
Los instrumentos de las aerolíneas de la región lideraron las pérdidas en el sector durante el último mes, ya que las monedas desde el real brasileño al peso colombiano se desplomaron, lo que encareció los viajes al extranjero para los locales y aumentó los costos para que las aerolíneas paguen su deuda. La debilidad fue suficiente para compensar una modesta caída en los precios del petróleo, que todavía registran un aumento de casi un 35% para el último año, y un alza en la demanda que tiene abarrotados los aeropuertos de todo el mundo.
Las brasilenas Gol Linhas Aéreas Inteligentes SA y Azul SA fueron las mayores perdedoras y sus bonos denominados en dólares cayeron hasta un 25% en el último mes. También fueron las de peor desempeño entre la deuda corporativa en dólares de la nación. El real se debilitó un 3.5% frente al dólar y se acercó a borrar los avances del año hasta la fecha, que alguna vez fueron los más grandes del mundo, ya que las monedas de los mercados emergentes están bajo presión en medio de los pronósticos de una recesión mundial por delante.
“La percepción es horrible”, dijo Ray Zucaro, director de inversiones de RVX Asset Management. “La debilidad de la moneda, la deuda en dólares, los costos más altos del combustible y la desaceleración económica son una receta para un vuelo turbulento”.
En otras partes de la región, Grupo Aeroméxico SAB y Avianca Group International también tuvieron un desempeño inferior al de la mayoría de sus pares globales. Los bonos en dólares de la aerolínea mexicana con vencimiento en el 2027 cayeron un 4.9%, mientras que los instrumentos de la aerolínea colombiana con vencimiento en el 2028 bajaron un 3.7%, peor que la caída del 0.7% que registró la deuda de las aerolíneas globales, según datos compilados por Bloomberg.
Las aerolíneas acumularon enormes pérdidas durante la pandemia, ya que se vieron obligadas a dejar flotas en tierra debido a los cierres impuestos por los Gobiernos y la caída de la demanda. Tres de las aerolíneas más grandes de la región, incluida Avianca, se acogieron al Capítulo 11 de la ley de bancarrota. En mayo, Avianca y Gol dijeron que se unirían bajo un estructura de propiedad común llamada Abra Group Ltd.
A medida que disminuyeron las restricciones de movilidad, el mundo vio una fuerte demanda de viajes aéreos y repuntaron los bonos de las aerolíneas. Las deudas en dólares de Gol y Azul casi borraron el impacto de la pandemia y se mantuvieron estables durante la mayor parte del 2021 hasta que volvieron a caer en los últimos meses a medida que aumentaron las preocupaciones sobre el crecimiento y las monedas latinoamericanas se desplomaron.
Los bonos en dólares de Gol al 2025 causaron a los inversionistas una pérdida del 24% en los últimos 30 días, lo que envió el rendimiento de los instrumentos con ese vencimiento al 36%, profundamente en territorio de riesgo. La deuda perpetua de la empresa perdió casi un 25% a 50 centavos por dólar. Los bonos de Azul al 2024 y 2026 cayeron más del 10%, lo que elevó el rendimiento de las notas a más largo plazo al 21%.
Las acciones de ambas compañías también están cayendo: Morgan Stanley redujo sus objetivos de precio para las acciones a casi la mitad a principios de este mes, esperando un empeoramiento de las ganancias y “un gran deterioro del escenario de flujo de efectivo”, ya que las aerolíneas no podrán transferir los mayores costos a los consumidores al mismo ritmo en el futuro.
El real más débil está minando el poder adquisitivo de los viajeros internacionales y también aumentando los costos fijados en dólares que deben pagar las aerolíneas. Al mismo tiempo, las tasas de interés más altas en Brasil están pesando sobre la confianza del consumidor.
“Pasar estos aumentos de costo al consumidor final es más complicado y, por lo general, lleva tiempo”, dijo Rafael Elias, director general de estrategia de crédito corporativo latinoamericano de Banctrust & Co. en Nueva York. “Muchos viajeros, si no la mayoría, suelen pagar con sus tarjetas de crédito, y si tiene un saldo, las tasas que cobran estas tarjetas pueden ser prohibitivas”.