El negociador europeo para el Brexit, Michel Barnier, ofrece, con la publicación de su diario, un retrato demoledor de los conservadores británicos por la forma en que idearon, planificaron y negociaron la salida de su país de la Unión Europea (UE).
El libro, que salió este último jueves en Francia bajo el título “La gran ilusión. Diario secreto del Brexit”, ofrece a lo largo de quinientas páginas sus impresiones y reflexiones casi diarias del proceso, salpicado con críticas acerbas a distintos responsables británicos.
Para Barnier, los partidarios del Brexit “subestimaron” desde el principio “la complejidad legal de este divorcio y muchas de sus consecuencias”, con frecuencia negativas para su propio país.
Tras la sorpresiva victoria del “sí” en el referéndum del 23 de junio del 2016 que costó el puesto al primer ministro David Cameron, su sucesora Theresa May presentó sus prioridades para la negociación del brexit en el llamado Discurso de Lancaster, en enero del 2017.
“Asombro” por la estrategia de May
Barnier muestra entonces su “asombro” por cómo May desvela en ese discurso todas sus líneas rojas y sus cartas negociadoras, cerrándose muchas puertas, “antes de que hayamos empezado a negociar”.
A pesar de ello, reconoce que la entonces primera ministra -obligada a dimitir después de que el ala partidaria de un “Brexit duro” en su propio partido votara en el Parlamento contra sus propuestas y su estrategia- es “una mujer valiente y tenaz”, aunque “bastante rígida”.
En cambio, considera que May estuvo “rodeada de hombres que ponen sus intereses personales por delante de los de su país”.
Igual de ácido es el antiguo comisario europeo con otras figuras de los conservadores, como el actual jefe del Gobierno, Boris Johnson, al que califica de “barroco”, o al exsecretario de Estado y notorio “brexiter” Dominic Raab, definido como “casi mesiánico”.
También critica como en algunos momentos, Lord Frost, otro de los jefes negociadores con los que le tocó lidiar, bloqueaba las negociaciones mientras intentaba abrir un diálogo paralelo a un nivel superior entre Johnson y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen.
Como su nombre indica, el libro tiene la forma de un diario, con pequeños apuntes cotidianos en los que se señalan las novedades del día.
En ellos, Barnier va desgranando cómo fue negociar un asunto tan crucial en medio del caos que se vivió en Londres durante esos años: dos elecciones generales, dos primeros ministros, varios titulares de Exteriores y distintos equipos negociadores, con el Parlamento de Westminster votando a veces mociones contradictorias.
“Traición” de Londres. “No confío en ellos”
En un momento dado, cuando Johnson advierte el 8 de septiembre pasado de que su Gobierno se guardaba el derecho a no respetar los compromisos ya acordados, el político francés habla de “filibusterismo político” y de “traición a la palabra dada”.
“Creo que el equipo que está actualmente en el 10 de Downing Street no está a la altura”, dispara Barnier, para agregar inmediatamente después: “No confío en ellos”.
El libro salió precisamente a la venta el mismo día en que unos 60 pesqueros franceses protestaron en la isla británica de Jersey por lo que consideran el incumplimiento por Londres de sus compromisos sobre pesca.
Frente al desastre que bosqueja en los niveles superiores del Gobierno de Londres, Barnier destaca la profesionalidad y seriedad de los funcionarios de carrera británicos, entre ellos Olly Robbins, que fue principal negociador del Brexit entre el 2017 y 2019, cuando dejó el Gobierno “frustrado y amargado” para pasar a la banca privada.
El libro tampoco deja en buen lugar al expresidente estadounidense Donald Trump, al recordar su visita a Irlanda en junio del 2019, en la que el entonces inquilino de la Casa Blanca habló de que el Brexit sería una buena oportunidad para el pequeño país: “Creo que todo saldrá bien y se solucionará vuestro muro, vuestra frontera”.
Diplomáticamente, el entonces primer ministro irlandés, Leo Varadkar, se apresuró a recordarle que lo que su país pretendía evitar era justamente “una frontera o muro” entre su territorio e Irlanda del Norte, parte del Reino Unido.
La publicación del libro abre otro frente, en este caso a nivel interno, ya que marca el retorno de Barnier a la política doméstica con unas ambiciones que apuntan a lo más alto, según varias entrevistas publicadas esta semana.
Barnier, exministro con los presidentes Jacques Chirac y Nicolas Sarkozy, no descarta a sus 70 años postularse desde el próximo otoño a las presidenciales del 2022, en un intento de unir a la derecha política y tratar de llegar a la segunda vuelta.