Cada vez más mujeres migran en América Latina en busca de oportunidades laborales, y se han convertido ya en el 40% del total, en una tendencia que va en aumento, indicó este miércoles la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
“Evidencia la feminización de la migración”, dijo la directora regional de la OIT para Latinoamérica y el Caribe, Ana Virginia Moreira, durante la presentación de una nueva estrategia regional hasta 2030.
Estas mujeres migrantes se desplazan “cada vez más solas y no como parte de un grupo familiar”, comentó Moreira, por lo que la OIT indicó que requieren “respuestas diferenciadas”.
“Realmente tienen una doble vulnerabilidad como mujeres y como migrantes”, agregó el especialista regional en migración de la OIT, Francesco Carella.
LEA TAMBIÉN: Muerte de ocho mexicanos muestra vulnerabilidad de trabajadores migrantes en EE.UU.
Mientras migran, las mujeres “son víctimas de violencia y de acoso”, explicó Carella, y en el destino son “víctimas también de hipersexualización”, agregó.
Además, se genera en las mujeres una “sobrecarga de responsabilidad” por el trabajo doméstico y de cuidado no remunerado cuando migran en familia. La falta de recursos provoca que el núcleo familiar priorice por lo general la regularización migratoria del hombre en el país de destino dejando a las mujeres en la informalidad.
“La experiencia migratoria refuerza la división sexual del trabajo tradicional”, dijo Carella.
Desde la OIT mencionaron el ejemplo de las mujeres migrantes venezolanas, quienes dentro de los más de 6,5 millones de personas que salieron del país representan más del 50%, con un perfil habitualmente más cualificado que los hombres, pero con menos oportunidades laborales en los países de destino.
“Trabajan en labores para las cuales están sobrecualificadas”, indicó Carella.
LEA TAMBIÉN: La AIE prevé un menor crecimiento de la demanda de crudo para 2024
También destacaron durante la presentación de la estrategia que una persona migrante “tiene tres veces más riesgo de ser víctima de trabajo forzoso que una persona no migrante”, aclaró Moreira.
Los beneficios ilegales a través de trabajo forzoso de migrantes en el mundo son de US$ 37,000 millones, según la OIT, y de ellos, US$ 27,200 millones provienen de la explotación sexual comercial forzada, a la que están más expuestas mujeres y niñas.
Un reciente informe publicado por Médicos Sin Fronteras alertó que solo en el paso de migrantes por la selva del Darién que separa Colombia y Panamá, por donde pasaron en 2023 más de medio millón de personas, ha habido un incremento en las agresiones sexuales a migrantes.