La macaúba, una planta originaria del Cerrado brasileño, se perfila como una materia prima revolucionaria para los biocombustibles de la aviación, con una inversión de 2.500 millones de dólares para su producción a gran escala en Brasil.
La compañía energética Acelen Renewables anunció la millonaria inversión para el proyecto de combustibles renovables para la aviación en la reciente Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28) de Dubái.
El objetivo, según la empresa, es crear combustible de aviación sostenible y gasóleo renovable reduciendo las emisiones de gases con efecto invernadero en un 80 % en comparación con los de origen fósil usados tradicionalmente por el transporte aéreo.
LEA TAMBIÉN: Petrolera Petrobras empieza a perforar en el polémico Margen Ecuatorial
LEA TAMBIÉN: El Niño frenará en seco crecimiento agropecuario brasileño en 2024
El plan de Acelen Renewables, controlada por Mubadala Capital, el brazo de inversiones del fondo soberano de Abu Dhabi, incluye la producción de 1.000 millones de litros al año de gasóleo renovable para diversos derivados y combustible de aviación sostenible.
La macaúba, una planta autóctona brasileña, pero que también está presente en países vecinos, se destaca por su alto rendimiento en la producción por hectárea, su eficiencia en el uso de agua y nutrientes y su capacidad para ser cultivada en diversos ecosistemas.
Brasil busca así convertirse en un líder mundial en energías renovables, aprovechando su vasto potencial en energía solar y eólica, así como en la producción de hidrógeno verde a partir de recursos como el etanol y ahora con el biocombustible de macaúba.
”Este proyecto ya es una realidad, en fase avanzada de ingeniería y sus estudios para implementar la agricultura a gran escala”, con producción a partir del segundo semestre de 2026, destacó en la COP28 Luiz de Mendonça, consejero delegado de Acelen Renewables.
Un estudio realizado por la escuela de negocios Fundación Getúlio Vargas (FGV) prevé que un total de 17,000 millones de dólares circulen en la economía brasileña hasta 2035, directa e indirectamente, y se generen 90,000 empleos a partir del proyecto.
La producción del combustible renovable se dirigirá inicialmente al mercado internacional, donde estos productos ya están aprobados para su comercialización y consumo.
Con foco en la recuperación de tierras degradadas, se establecerán por lo menos cinco polos agroindustriales con cultivo de macaúba en 200.000 hectáreas de bosques en los estados de Bahía y Minas Gerais, explicó De Mendonça en declaraciones a EFE .
La macaúba produce siete veces más aceite por hectárea que la soja y a diferencia de esta última puede cultivarse en sistemas agroforestales y silvopastorales, lo que evita la competencia entre la producción de biocombustibles y la de alimentos.
El proyecto pretende utilizar la macaúba en su totalidad, desde la semilla hasta la pulpa, utilizada en la producción de alimentos y cosméticos.
De Mendonça señaló que el combustible de aviación sostenible (SAF, por su sigla en inglés) fabricado a partir de aceite de macaúba “puede sustituir totalmente al gasóleo fósil” y el de desarrollo a partir de Brasil puede contribuir a la cooperación con otros países.
”Acelen Renowables y sus socios esperan con interés la posibilidad de ampliar la cooperación internacional y desarrollar nuevas asociaciones entre empresas, universidades y gobiernos”, principalmente con otros países de América Latina, completó.