Representantes de los Pueblos Indígenas y Comunidades Locales amazónicas alertaron de los efectos del cambio climático que sufren en sus territorios “por agentes externos” en la Cumbre del Clima COP27 que acoge la ciudad egipcia de Sharm el Sheij.
“Empresas madereras y agrícolas generan una desforestación masiva en la cuenca amazónica que derivó en efectos nunca antes vistos, como la inundación simultánea en toda la región, que afectó a los pueblos indígenas y puso en riesgo su soberanía y seguridad alimentaria”, relató a EFE Nadino Calapucha, coordinador de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (Coica).
Calapucha, también portavoz de la Alianza Global de Comunidades Territoriales, hizo hincapié en la importancia de los pueblos como guardianes de los bosques y alertó de que esta desforestación genera periodos de sequía y alcanza cerca del 20% del total de la superficie de la Amazonia, “eso es llegar prácticamente al punto de no retorno, esto es real”.
“Los Pueblos Indígenas y Comunidades Locales viven en el centro de una crisis global climática y de biodiversidad”, indicó por su parte durante una presentación de un informe de la ONG Forest Tenure Pledge en el marco de la COP27 el ministro británico para Asia, la Enegía, Clima y Medio Ambiente, Lord Zac Goldsmith.
Ante esta situación, Goldsmith remarcó que “existe fuerte evidencia de que sus soluciones para la mitigación climática y la protección de la naturaleza son altamente efectivas, pero solo reciben una pequeña fracción de la financiación climática que necesitan para proteger los bosques”.
En el 2021, únicamente se invirtió el 19% de los US$ 1,700 millones comprometidos en la COP26 para esta cuestión: la mayor parte de este este financiamiento (39%) se dirigió a iniciativas latinoamericanas, un 38% fue empleado en proyectos globales, 16% se destinó a proyectos en África y el 7% al Sudeste Asiático.
Del total del financiamiento, el 80% se destinó al desarrollo de capacidades para Pueblos Indígenas y Comunidades Locales o en apoyar la incidencia y participación de las comunidades en reformas nacionales sobre la tenencia, según el informe presentado en esta cumbre por Forest Tenure Pledge.
Sin embargo, solo el 7% de la financiación total se destinó directamente a organizaciones dirigidas por Pueblos Indígenas o Comunidades Locales, mientras que aproximadamente la mitad se canalizó a través de organizaciones no gubernamentales internacionales (ONG).
Desde la Alianza Global de Comunidades Territoriales reclamaron en la COP27 la necesidad de gestionar directamente los fondos sin intermediarios, ya que “aunque las ONG cumplen un rol fundamental en la lucha, quienes sufren en carne propia los efectos y quienes luchan en primera línea de fuego somos nosotros”, dijo Calapucha.
De hecho, Levi Sucre, copresidente de esta entidad amazónica, insistió en que todo el sistema de financiamiento de soluciones climáticas debe superar “los sistemas burocráticos establecidos desde hace mucho tiempo”, y prosiguió: “Las creencias sobre nuestras capacidades que nos impiden acceder a los fondos climáticos que somos capaces de administrar en beneficio de todos”.
Por su parte, el director del programa de Recursos Naturales y Cambio Climático de la Fundación Ford, Anthony Bebbington, dijo que desde la comunidad filantrópica deben “encontrar la manera de acelerar las transferencias financieras directas a las organizaciones de Pueblos Indígenas y Comunidades Locales” y “trabajar urgentemente mientras se desarrollan mecanismos para absorber estos fondos”.