Israel intensificó este martes los bombardeos contra la capital de Beirut, mientras el alto mando militar se reunió para aprobar la continuación de las operaciones ofensivas en el norte, en la víspera de un posible acuerdo de cese al fuego con Líbano.
Según el Ejército, Israel atacó 20 objetivos en Beirut en solo dos minutos, utilizando ocho aviones de combate. “Entre los blancos se encontraban siete objetivos relacionados con la gestión y almacenamiento de dinero de Hezbolá, incluidos cuarteles generales, almacenes de dinero y sucursales del banco Qard al Hasán”, informó un comunicado castrense.
Al menos una persona murió en los ataques contra un edificio cercano a una mezquita en el centro de Beirut, según fuentes libanesas, en medio de las altas expectativas del anuncio de un inminente alto al fuego esta noche entre Israel y el grupo chií Hezbolá, que según filtraciones será anunciado esta noche por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
Minutos después, aviones israelíes lanzaron una nueva serie de bombardeos a gran escala sobre varios puntos de los suburbios sur de Beirut, precedidos por una veintena de órdenes de evacuación.
Según la Agencia Nacional de Noticias Libanesa (ANNL), los bombardeos cercaron los barrios de Burj al Barajneh, Haret Hreik y Al Hadath, mientras una barrera de “humo cubría gran parte de la atmósfera del (suburbio de) Dahye hasta Beirut”.
El Ejército israelí también informó que continúa su invasión terrestre en el sur del Líbano, iniciada el pasado 1 de octubre, contra comandos de Hezbolá que dice han continúan atacando el norte de Israel.
Por otro lado, el alto mando militar, liderado por el ministro de Defensa Israel Katz junto al jefe del Estado Mayor del Ejército, Herzi Halevi, se reunió este martes para confirmar la continuidad de las operaciones ofensivas en el frente norte.
En estos momentos, el Gabinete de Seguridad israelí ya se encuentra reunido, a fin de discutir el plan de tregua que se espera sea anunciado esta noche, y que según filtraciones, entraría en vigor mañana miércoles.
A vísperas de tregua
El ataque en Beirut se produjo horas antes de que el gabinete de seguridad de Israel se reuniera para votar sobre un acuerdo de alto el fuego mediado por Estados Unidos y destinado a poner fin a más de un año de combates entre Israel y el grupo político-paramilitar libanés Hezbolá.
Crecen las esperanzas por el acuerdo, en el que se pide una pausa inicial de dos meses en los combates y se exigiría que Hezbolá termine su presencia armada en una amplia franja del sur del Líbano, mientras que las tropas israelíes regresarían a su lado de la frontera.
Se esperaba que el gabinete de seguridad de Israel, que se reunió el martes por la tarde, aprobara la propuesta, apoyada también por Hezbolá, según autoridades libanesas.
Uno de los principales puntos de discordia es la exigencia israelí de reservarse el derecho de actuar en caso de que Hezbolá viole sus obligaciones. Según la propuesta, miles de tropas libanesas y cascos azules de la ONU se desplegarían en el sur, y un panel internacional encabezado por Estados Unidos supervisaría el cumplimiento de todas las partes.
El ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, dijo que el ejército atacaría a Hezbolá si la fuerza de paz de la ONU no proporciona una “aplicación efectiva” del acuerdo.
“Si ustedes no actúan, actuaremos nosotros, y con gran fuerza”, dijo a la enviada especial de la ONU, Jeanine Hennis-Plasschaert.
El principal diplomático de la Unión Europea, Josep Borrell, declaró el martes que las preocupaciones de seguridad de Israel se han abordado en el acuerdo, mediado por Estados Unidos y Francia.
“No hay excusa para no implementar un alto el fuego. De lo contrario, Líbano se desmoronará”, dijo Borrell a los periodistas en Fiuggi, Italia, al margen de una reunión del Grupo de los Siete. Dijo que Estados Unidos presidiría un comité de implementación del alto el fuego, y Francia participaría a petición de Líbano.
El bombardeo de los suburbios del sur de Beirut continúa
Aunque autoridades israelíes, estadounidenses, libanesas y de otros países han expresado un creciente optimismo sobre un alto el fuego, Israel ha mantenido su campaña en Líbano que, afirma, tiene como objetivo inutilizar las capacidades militares de Hezbolá.
Aviones israelíes atacaron al menos seis edificios en los suburbios del sur de Beirut el martes. Un ataque impactó cerca del único aeropuerto del país, generando grandes columnas de humo. No se han reportado víctimas.
El aeropuerto sigue funcionando, a pesar estar ubicado en la costa del Mediterráneo, junto a los suburbios densamente poblados donde se encuentran muchos de los sitios de operación de Hezbolá.
Otros ataques ocurrieron en la ciudad sureña de Tiro, donde el ejército israelí dijo haber matado a un comandante local de Hezbolá.
El ejército israelí también dijo que sus tropas terrestres alcanzaron partes del río Litani en Líbano, un importante punto del posible alto el fuego.
También señaló que las tropas se enfrentaron con fuerzas de Hezbolá y destruyeron lanzacohetes en el área de Slouqi, en el extremo oriental del Litani, a unos pocos kilómetros (millas) de la frontera.
Según el acuerdo de alto el fuego, Hezbolá debería trasladar sus fuerzas al norte del Litani, que en algunos lugares está a unos 30 kilómetros (20 millas) al norte de la frontera israelí.
Es probable que un alto el fuego entre Israel y Hezbolá, que es la fuerza respaldada por Irán más poderosa de la región, alivie significativamente las tensiones regionales que han provocado temores de una guerra directa y total entre Israel e Irán. No está claro cómo influirá el alto el fuego en la guerra entre Israel y Hamás en Gaza. Hezbolá había insistido desde hace mucho tiempo en que no aceptaría un alto el fuego hasta que terminara la guerra en Gaza, pero abandonó esa condición.
Hezbolá comenzó a disparar hacia el norte de Israel, presuntamente en apoyo a los palestinos, un día después de que Hamás llevara a cabo su ataque del 7 de octubre de 2023 en el sur de Israel, desencadenando la guerra de Gaza. Israel respondió al fuego de Hezbolá, y ambos lados han intercambiado andanadas de fuego desde entonces.
A principios de setiembre, Israel aumentó su campaña de bombardeos y envió tropas a Líbano, prometiendo poner fin al fuego de Hezbolá.
Más de 3,760 personas han muerto por fuego israelí en Líbano en los últimos 13 meses, muchas de ellas civiles, según autoridades de salud libanesas. El bombardeo ha desplazado a 1.2 millones de personas de sus hogares. Israel dice haber matado a más de 2,000 miembros de Hezbolá.
El fuego de Hezbolá ha obligado a unos 50,000 israelíes a abandonar sus hogares en el norte del país, y sus cohetes han llegado incluso a Tel Aviv. Al menos 75 personas han muerto, más de la mitad de ellas civiles. Más de 50 soldados israelíes murieron luchando en la ofensiva terrestre en Líbano.
Tras las frustradas esperanzas previas de un alto el fuego, autoridades estadounidenses advirtieron que las negociaciones aún no estaban completas y señalaron que podría haber contratiempos de último momento que retrasen o destruyan el acuerdo.
“Nada está hecho hasta que todo esté hecho”, dijo el portavoz de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Kirby.
Aunque se espera que la propuesta de alto el fuego sea aprobada si Netanyahu la somete a votación en su gabinete de seguridad, un miembro de línea dura, el ministro de Seguridad Nacional Itamar Ben-Gvir, dijo que se opondría. Afirmó en X que un acuerdo con Líbano sería un “gran error” y una “oportunidad histórica perdida para erradicar a Hezbolá”.
Con información de AP y EFE