La compañía canadiense Lucara Diamonds halló en Botsuana un diamante de 2,492 kilates que se sitúa como el segundo más grande descubierto hasta la fecha en el mundo, el cual fue presentado este jueves al presidente del país, Mokweetsi Masisi, informó el Gobierno.
“La piedra preciosa que será presentada al presidente es el diamante más grande hasta la fecha en Botsuana, pero el segundo más grande del mundo”, adelantó el Ejecutivo de la nación austral africana a última hora del miércoles.
La corporación canadiense mostró oficialmente este jueves la gema al jefe de Estado durante un acto público celebrado en la oficina presidencial en la capital, Gaborone.
La piedra, hallada en la mina Karowe, operada por la canadiense Lucara Diamond Corp., aún no ha sido evaluada en detalle y no está claro si será una gema de máxima calidad. Pero no es mucho más pequeña que el diamante Cullinan, de 3,106 quilates, el más grande del mundo, que fue descubierto en Sudáfrica hace casi 120 años.
“Este notable hallazgo, uno de los diamantes en bruto más grandes jamás desenterrados, fue detectado y recuperado por la tecnología de transmisión de rayos X”, dijo Lucara Diamonds en un comunicado.
La piedra se descubrió en la mina de diamantes de Karowe, en el centro-norte del país, “un activo de clase mundial” en el mercado de diamantes grandes, según subrayó la empresa.
“Este descubrimiento refuerza la posición de Karowe como una mina de diamantes verdaderamente de clase mundial y destaca el éxito continuo de nuestra estrategia de desarrollo operativo y subterráneo”, señaló el presidente de Lucara, William Lamb.
“Estamos encantados con la recuperación de este extraordinario diamante de 2,492 quilates (...). La capacidad de recuperar intacta una piedra tan grande y de alta calidad demuestra la eficacia de nuestro enfoque para la recuperación de diamantes”, añadió Lamb.
Los diamantes más grandes
La clasificación histórica la lidera el diamante “Cullinan”, descubierto en Sudáfrica en 1905 con 3,106 quilates, que forma parte de las Joyas de la Corona del Reino Unido.
La tercera posición la ocupa el diamante “Sewelo”, de 1,758 quilates y también hallado por Lucara Diamonds en Botsuana en 2019.
Situado en el sur de África, Botsuana, un país árido de poco más de 2.5 millones de habitantes, es uno de los mayores extractores de diamantes del mundo, con una industria que representa alrededor del 80% de sus exportaciones totales.
Mina Karowe
La mina Karowe de Lucara es famosa por sus piedras gigantescas. En 2015, Lucara encontró la Lesedi La Rona, de 1,109 quilates, que en aquel momento era la segunda más grande de la historia y se vendió por US$ 53 millones. También se extrajo una piedra de 813 quilates que alcanzó la cifra récord de US$ 63 millones. Ambas gemas eran de tipo IIa, la piedra más preciada.
Anteriormente, la minera también extrajo de Karowe el Sewelo, de 1,758 quilates, pero no era una piedra de calidad gema.
Incluso si el último diamante descubierto no resulta ser de calidad gema, recuperar una piedra tan grande proporcionará un gran impulso a Lucara. El hallazgo se produjo gracias a tecnología de rayos X instalada en la mina para identificar piedras de alto valor en el yacimiento primario.
Esto demuestra que la planta de Karowe puede procesar y detectar gemas enormes sin romperlas, un problema constante cuando se intenta separar piedras frágiles de cientos de toneladas de roca estéril.
“La capacidad de recuperar intacta una piedra tan grande y de tan alta calidad demuestra la eficacia de nuestro método para la recuperación de diamantes”, afirmó en un comunicado el director ejecutivo de Lucara, William Lamb.
El diamante más grande jamás descubierto es el Cullinan, hallado cerca de Pretoria (Sudáfrica) en 1905. Fue tallado en varias gemas pulidas, las dos más grandes de las cuales —la Gran Estrella de África y la Pequeña Estrella de África— están engastadas en las Joyas de la Corona de Gran Bretaña.
El descubrimiento de Lucara se produce en medio de un desplome de los precios de los diamantes, ya que la industria se enfrenta a dificultades en casi todos sus principales mercados. A ello se suma un exceso de oferta y la creciente erosión de las piedras sintéticas en algunas categorías.
Con información de EFE y Bloomberg