La década del 2010 fue peor económicamente para Brasil y trajo más daños a la potencia suramericana que la de los años 80, considerada como la más oscura del país, según estudio divulgado este martes por la Confederación Nacional de Comercio de Bienes, Servicios y Turismo (CNC).
De acuerdo con el análisis de la patronal de los comerciantes, la crisis económica que sufrió Brasil entre el 2015 y 2016 tuvo más efectos adversos que la recesión que golpeó al país en la década de 1980, conocida como la "década perdida", ya que la posterior recuperación de la economía ha sido muy lenta, con repercusiones en el mercado laboral y en la concentración de los ingresos.
El gigante suramericano lleva tres años de lento crecimiento económico tras la histórica recesión que tuvo en el 2015 y 2016, cuando su producto bruto interno (PBI) se contrajo en casi 7 puntos porcentuales.
Tras la crisis, la economía comenzó a recuperarse en el 2017, con un ligero avance de 1.3%, y ese crecimiento se mantuvo en 1.3% en el 2018 y pudo haber desacelerado hasta el 1.1% en el 2019, según los últimos pronósticos.
De acuerdo con la CNC, en la década de 1980 el PBI de Brasil acumuló un crecimiento de 33.3%, a una tasa anual promedio de 2.9%, mientras que en el acumulado de la década del 2010 el crecimiento del país fue de 14.1%, con un promedio anual de 1.3%.
Según el estudio, si el PBI del 2019 aumenta en 1%, como es la expectativa del mercado, la economía brasileña registraría un crecimiento promedio anual muy bajo durante la década del 2010, retrasando las posibilidades de absorción del contingente de desempleados.
No obstante, el crecimiento de la economía puede ser aún menor, de acuerdo con las perspectivas del Banco Central, que admite un crecimiento del PBI de 0.89% para Brasil en el 2019, muy por debajo de lo previsto por los economistas.
"El escenario es bastante diferente al observado en la década de 1980, cuando, incluso con las recesiones de 1981 y 1983, hubo una fuerte capacidad de recuperación, evidenciada por el ritmo de crecimiento económico durante la segunda mitad de la década", señaló Antonio Everton, economista de la CNC y responsable del estudio.
En la década de 1980, la crisis redujo la producción brasileña en 7.2%, mientras que en la del 2010 la contracción fue ligeramente menor, con 6.9%.
Sin embargo, la economía del país no encontró las condiciones necesarias para comenzar a crecer nuevamente a partir del 2017.
De acuerdo con Everton, entre el 2017 y 2019 el crecimiento del país "puede haber quedado en promedio en 1.2%, mientras que de 1984 a 1989, después de las recesiones, la economía creció aproximadamente 30%".
La lenta recuperación durante la década del 2010 ha sido atribuida a la baja capacidad del sector público para realizar inversiones y a la del sector privado para liderar el crecimiento, según el estudio.
A pesar de tener efectos similares en la vida de los brasileños, las crisis de las décadas de 1980 y 2010 tuvieron motivaciones diferentes, según la Confederación.
La primera se debió a la vulnerabilidad del país para enfrentar el pago de la deuda externa, lo que generó volatilidad cambiaria y alta inflación.
La segunda surgió por la crítica situación de las finanzas del sector público, con obligaron a una reducción de gastos e inversiones, principalmente a partir de la segunda mitad de la década.
Internacionalmente Brasil tampoco quedó bien posicionado en comparación con otros países.
Un estudio realizado por el Instituto Brasileño de Economía de la Fundación Getulio Vargas, citado en el informe, señala que en los periodos 1981-1990 y 2011-2018, Brasil creció menos que el resto del mundo y por debajo de las economías emergentes.
Sin embargo, entre 1981 y 1990 logró superar a las economías de América Latina y el Caribe.