El expresidente boliviano Evo Morales pidió a los militantes del oficialismo movilizarse en los nueve departamentos y marchar hacia las ciudades “para defender” al gobierno de Luis Arce ante lo que consideran intentos de desestabilización por una huelga nacional contra una ley.
Morales se expresó de esta forma en una multitudinaria concentración de campesinos, cocaleros e indígenas afines al Movimiento al Socialismo (MAS) en Shinahota, en la zona del Trópico de Cochabamba, su bastión político y sindical en el centro del país, en la que pidió a sus bases estar en “estado de emergencia y movilización permanente”.
“Qué lindo sería (hacer) marchas a las ciudades pacíficamente para defender a nuestra revolución y a nuestro gobierno a la cabeza de Lucho presidente, esa es nuestra obligación. De lo contrario vuelve la derecha para privatizar los recursos naturales”, manifestó.
También pidió a los dirigentes de su partido replicar esa concentración en los nueve departamentos.
El evento, al que asistió el presidente del país, Luis Arce, fue convocado para recordar los dos años de su salida del país tras renunciar a la Presidencia, lo que para el oficialismo fue producto de un “golpe de Estado”, además de celebrar un año de su retorno y expresar respaldo al Ejecutivo ante las protestas registradas en diversas regiones.
Para Morales, la “derecha” busca “desgastar” al gobierno porque “sabe que no va a ganar” al MAS en las elecciones y, a su juicio, buscan volver a la época del “neoliberalismo”.
El también líder cocalero mencionó el “grave” caso de Perú donde “por 30 años la oligarquía peruana se ha blindado, por Constitución Perú no puede tener empresas públicas, no puede tener empresas del Estado” y a su juicio “eso quiere la derecha boliviana” para su país.
Para Morales, las protestas que se cumplen en algunas regiones bolivianas para que se anule una ley contra la legitimación de ganancias ilícitas son promovidas por “algunos grupos” que “no quieren que se haga justicia” por el “golpe de Estado” que le dieron en el 2019.
Memorias de la crisis
El expresidente insistió en que la crisis del 2019 fue “por los recursos naturales” bolivianos y aseguró que “hasta Inglaterra había participado y financiado el golpe de Estado, todo por el litio”, una acusación hecha antes por el Gobierno de Arce que la embajada británica en La Paz negó de plano.
Reveló que el año pasado dieron una “dura batalla” legal y política para conservar la personalidad jurídica de su partido, en la cual tuvieron ayuda de “algunos miembros” del Tribunal Supremo Electoral y del Tribunal Constitucional.
“¿Qué dijeron los golpistas? que los movimientos sociales están derrotados, han jurado que estuvimos derrotados y ahora el MAS está en el Gobierno gracias a la unidad del pueblo boliviano y Evo está en Bolivia con vida”, dijo el expresidente y agradeció a sus militantes por su respaldo.
También pidió a la Justicia boliviana investigar las denuncias hechas por el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, en su libro sobre el supuesto intento de militares bolivianos de derribar con un cohete el avión en que fue llevado a México en el 2019.
El 11 de noviembre del 2019, Evo Morales salió de Bolivia rumbo a México en un avión enviado por López Obrador un día después de haber renunciado a la Presidencia denunciando un golpe de Estado, en medio de protestas por las denuncias de un fraude a su favor en las fallidas elecciones de ese año, luego anuladas.
Morales permaneció cerca de un mes en México para luego trasladarse a Argentina, desde donde dirigió la campaña electoral de Arce y retornó a Bolivia el 11 de noviembre del año pasado.
“Yo digo que el 11 de noviembre del 2019 es el día de la maldad por culpa de la derecha, todos preocupados, amargados. Y el año pasado, 11 de noviembre del 2020, día de la felicidad, todos alegres, nadie faltaba, estamos completos”, aseguró.