Las Fuerzas Armadas de Bolivia confirmaron “la toma de unidades militares” por parte de “grupos armados irregulares” y el “secuestro” de personal militar, armamento y municiones, en el centro del país, donde un contingente policial comenzó hoy a despejar las carreteras bloqueadas hace 19 días por seguidores del expresidente Evo Morales.
En el comunicado las autoridades castrenses advierten además que “quien tomare las armas en contra de la patria se considerará traición a al patria y alzamiento armado”, por lo que “insta” a los manifestantes “a deponer actitudes y abandonar las dependencias cuartelarias de manera inmediata y pacífica”.
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La advertencia tiene lugar después que circularan en redes sociales videos con las declaraciones de quien sería un jefe militar retenido —las autoridades no han corroborado ni negado que se trate de un miembro del Ejército—, en la que este confirma la toma “pacifica” de un regimiento en la zona cocalera del Chapare y dice que los manifestantes mantienen retenidos a los soldados y que cortaron la luz y el agua en la unidad para exigir que la policía y los militares dejen de “hostigar” a los manifestante que mantienen controladas varias rutas desde hace 19 días.
En tanto, la policía movilizaba un gran número de efectivos, tractores para despejar de escombros las rutas con el apoyo de una fracción de la policía militar.
La semana pasada una treintena de policías resultaron heridos, uno de ellos fue impactado con la explosión de dinamita. Más de medio centenar de manifestantes fueron detenidos, pero los llamados bloqueadores volvieron a tomar el control de rutas tras el paso de los agentes del orden.
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La situación más crítica tiene lugar en la región cocalera del Chapare, bastión político y refugio de Morales, donde sus seguidores mantienen rodeados y amenazan con tomar cuarteles policiales y militares, exigiendo el cierre de los casos judiciales contra el exmandatario.
En un comunicado las fuerzas armadas confirmaron “la toma” de un pequeño cuartel en esa región por parte de manifestantes a quienes ha advertido que esa acción “se considera traición a la patria y alzamiento armado”.
Según imágenes difundidas en redes sociales, los bloqueadores tomaron el cuartel Cacique Juan Marasa y retienen a sus efectivos para evitar que estos salgan a desbloquear las rutas.
“La paciencia y tolerancia tienen límites, razón por la cual el Estado y el Gobierno se vieron en la obligación constitucional de tomar acciones para garantizar la libre circulación”, dijo el ministro de Defensa, Edmundo Novillo, en la red X.
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El conflicto estalló hace tres semanas cuando se conoció una orden de la fiscalía para detener a Evo Morales por el supuesto abuso de una menor de 15 años cuando él aún era mandatario en 2016.
El domingo 27 de octubre, el político de 65 años denunció que su auto fue baleado cuando se dirigía a un programa de radio en esa zona. El ministro de Gobierno Eduardo del Castillo dio otra versión: dijo que Morales se resistió a la requisa de una patrulla antidroga y huyó.
Por su parte, Morales acusó a su heredero y sucesor el presidente Luis Arce de “armar” un caso judicial para sacarlo de la carrera presidencial de 2025. Arce acusa a Morales de “boicotear” su gestión para agravar la crisis por razones “personales” y anunció que su gobierno no permitirá la impunidad. La pelea entre ambos líderes fracturó al gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) que afronta la peor crisis que amenaza su hegemonía política en 18 años de gobierno.