El excéntrico chef turco Nusret Gökçe, más conocido como Salt Bae, volvió a generar revuelo hace unos días luego que en un grupo de personas expresaran su disgusto por el alto precio de la cena, el cual llegaba a 37,000 libras (US$ 51,000) en su nuevo restaurante londinense Nusr-et.
En la cuenta publicada, los comensales pidieron un Golden Tomahawk, por un valor de 850 libras y 16 porciones de una Baklava especial de la casa y cuatro Golden Baklavas con porciones de papas fritas, que salieron por poco más de 600 libras. Mientras que en bebidas gastaron 30.620 libras.
En las redes sociales se conoce que comer en los restaurantes de Salt Bae es costoso gracias a, entre otras cosas, las excentricidades del chef que es viral por su manera lúdica de cocinar y condimentar los alimentos.
Sin embargo, lo que más indignó a los clientes fue el excesivo costo del servicio de mesa, que ascendió a las 5.000 libras (US$ 6.900).
Actualmente, Salt Bae es propietario de una cadena de 16 restaurantes en 6 países y tiene una fortuna personal de aproximadamente US$ 50 millones. Sin embargo, su camino al éxito no fue sencillo, ya que empezó de cero.
Nacido en agosto de 1983 e hijo de un minero de carbón, vivió su infancia en la pobreza al lado de sus cuatro hermanos. Su educación terminó en forma precoz a los 5 años porque su familia no tenía los medios económicos para solventarla.
-El camino a la gloria de Salt Bae-
En medio de la precariedad, Salt Bae no se detuvo en su pasión y a los 14 años empezó a trabajar como asistente de cocina de un carnicero para poder ganar dinero.
“Sin mucho dinero, viajé a Argentina para ver cómo funcionaba la industria de la carne y después de eso, quise viajar a Estados Unidos, pero se me negó la visa cinco o seis veces. Así y todo, nunca me di por vencido”, expresó a NBC.
Durante esta etapa de su vida pasó cerca de tres años trabajando, incluso gratis, como cocinero en diversos restaurantes, con el objetivo de mejorar sus técnicas culinarias.
Como en sus inicios, Bae siguió manteniendo su rutina, ya que, según él, la fama no lo cambió. “Mi vida no cambió ahora. Sigo trabajando desde la mañana hasta la medianoche”, agregó.
-Su primer negocio-
Para el 2010, ya con 27 años de edad y más de 10 años de arduo trabajo, Nusret había ahorrado y aprendido lo suficiente para materializar su sueño de iniciar un negocio.
Regresó a su país y puso en marcha un pequeño restaurante con 8 mesas en el barrio Etiler de Estambul. Así nació la cadena “Nusr-Et Steakhouse”, cuyo nombre surgió de tomar el nombre del fundador y agregarle un guion separando las dos letras finales “ET”, que significan carne.
El restaurante pronto se convirtió en sinónimo de comida gourmet y exclusividad en Estambul, atrayendo a celebridades y reconocidos ejecutivos de la ciudad, como el multimillonario Ferit Şahenk, una de las diez personas más ricas de Turquía, quien quedó fascinado con la comida y decidió invertir en su negocio en el año 2012 para expandirlo.
Gracias a esta inversión, pudo abrir nuevos restaurantes dentro de Estambul y llegó a otras ciudades turcas, como Ankara y Marmaris, consolidándose así a nivel nacional.
En el 2014, Nusr-Et Steakhouse estableció su primera sucursal fuera de Turquía, eligiendo a Dubai como su nuevo destino. Este fue el inicio de la expansión internacional de la cadena. Durante los siguientes años, continuó conquistando Oriente Medio, llegando a ciudades como Doha y Abu Dabi.
-Video de la popularidad-
En enero del 2017, decidió hacer un video más para las redes sociales de su negocio. Tomó un filete de carne y comenzó a cortarlo con gran precisión y elegancia. Acomodó los trozos con su cuchillo y finalmente esparció un poco de sal sobre ellos con un movimiento bastante particular.
Esta imagen, de poco más de 30 segundos, fue publicado en Internet con el nombre “Ottoman steak” y desencadenó un fenómeno viral que catapultó a Nusret a la fama mundial.
En cuestión de días, las redes se inundaron con la imagen del cocinero esparciendo sal sobre el filete. Luego, miles de personas comenzaron a publicar fotos y videos imitándolo. Apareció un mural con su figura en Australia. Jugadores de fútbol de las principales ligas también se sumaron a la tendencia celebrando sus goles con la técnica de Nusret.
Para principios de febrero de ese año, ya se había convertido en el meme del momento y en un ícono de la cultura popular, tanto así que Leonardo Di Caprio, Roger Federer, Kylian Mbappé, entre muchas otras estrellas, asistieron a sus restaurantes para una demostración. Incluso, la cantante Rihanna caminó por la calle con una remera estampada con su técnica.
-Excentricidades y polémicas de Salt Bae-
Pero no todo ha sido color de rosa en la carrera empresarial de Nusret. A medida que su popularidad aumentaba, se desataban diversas polémicas por sus publicaciones y excentricidades.
Cuando presentó públicamente su plato más costoso, un bistec bañado en polvo de oro de 24 quilates cuyo precio oscila entre los US$ 300 y US$ 500, miles de internautas reaccionaron recriminándole por ofrecer una comida con estas características cuando millones de personas luchan a diario por llevarse algo a la boca. Actores, cantantes y deportistas han probado este bistec recibiendo fuertes críticas por parte de sus seguidores.
Luego, sus redes estallaron por una foto que subió rindiendo homenaje a Fidel Castro y por un video en el que servía un costoso filete a Nicolás Maduro. Las críticas y la presión fueron tal, que finalmente eliminó las publicaciones, aunque estas ya se habían viralizado generando protestas a las afueras de sus restaurantes y calificaciones negativas en plataformas como Tripadvisor.
Actualmente, Salt Bae a sus 38 años de edad se posiciona como uno de los chefs más famosos del mundo, con más de 39 millones de seguidores en Instagram y siendo un popular meme de Internet.
Cuenta con un total de 16 restaurantes distribuidos entre Emiratos Árabes Unidos, Catar, Estados Unidos, Arabia Saudita, Grecia y Turquía, y planea seguir expandiéndose para llegar a países como Inglaterra, Italia y Alemania, entre muchos otros.
“Tener éxito es difícil, pero mantenerlo continuamente es aún más difícil. Ten siempre tus objetivos claros y trabaja en ellos como si nada fuera imposible. Simplemente sigue trabajando y trabajando… Cuando comencé, la carnicería era considerada como un trabajo degradante en Turquía. Ahora, gracias a mí, todos los niños quieren convertirse en carniceros”, dijo a medios internacionales.