
Los países de la Unión Europea han descartado votar este viernes el acuerdo comercial con el Mercosur por el bloqueo de Francia e Italia y planean dejarlo para enero, para que Roma estudie mejor el contenido del pacto, dijeron hoy fuentes diplomáticas.
Esta opción sería aceptable para los países del bloque sudamericano Mercosur, indicaron las fuentes, pese a que Brasil, que ostenta la presidencia rotativa del bloque latinoamericano, había advertido de que “no habrá más acuerdo” si no se firmaba este fin de semana.
La Comisión Europea quería que el pacto, que crearía la mayor zona de libre comercio del mundo, se sellara esta semana, pero el plan se vio trastocado después de que Italia se sumara a Francia para exigir un aplazamiento, con el fin de buscar mayor protección para el sector agrícola.
El texto lleva un cuarto de siglo en negociación y daría lugar a la mayor zona de libre comercio del mundo.
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Con ese acuerdo, los europeos podrían exportar vehículos y maquinaria a los países del Mercosur, Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
A cambio, facilitaría la llegada a Europa de carne, arroz, miel o soja sudamericanos, considerados más competitivos debido a sus normas de producción; algo que los agricultores europeos perciben con temor.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, había abierto la vía a ese aplazamiento unas horas antes, después de hablar por teléfono con la jefa del gobierno italiano, Giorgia Meloni.
Según contó, Meloni le había pedido “paciencia”, asegurando que Italia terminaría por apoyar el tratado.

Este plazo adicional supone un revés para la Comisión Europea, Alemania, España y los países nórdicos, que desean que el acuerdo se rubricara en los próximos días.
Ursula von der Leyen esperaba firmar el tratado el sábado durante una cumbre del Mercosur en la ciudad brasileña de Foz do Iguaçu. Pero para ello necesitaba el aval de una mayoría cualificada de los Estados miembros en Bruselas, que no obtuvo, sobre todo, por la oposición de Francia e Italia.
Al final, informó a los líderes de los 27 países de la UE, reunidos en una cumbre, que la firma se aplazó a enero, según indicaron fuentes diplomáticas. Sin embargo, de momento, no avanzó ninguna fecha concreta.
Enfado de los agricultores
Este jueves, en Bruselas, al margen de la cumbre entre jefes de Estado y de gobierno de la UE, miles de agricultores manifestaron su ira.
Las protestas dejaron un panorama de llantas ardiendo, con lanzamientos de papas, proyectiles y el uso de cañones de agua y de gases lacrimógenos por parte de la policía. La situación fue especialmente tensa en las inmediaciones de las instituciones europeas, protegidas por un importante cordón policial.
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Según la policía de Bruselas, 7,300 personas, con unos cincuenta tractores, participaron en la protesta autorizada, en la que prácticamente no hubo alboroto.
Pero al barrio europeo llegaron otros 950 tractores, que bloquearon varias calles.
Los agricultores protestaron por diversos temas, no solo por el acuerdo con el Mercosur, sino también por las tasas a los fertilizantes o la reforma de la política agrícola común (PAC) de la UE, explicaron algunos participantes a la AFP.
Florence Pellissier, agricultora francesa, denunció la “competencia desleal” de productos importados tratados con sustancias prohibidas en Europa.
“Estamos aquí para decir no a Mercosur“, protestó el ganadero belga Maxime Mabille.
“Es como si Europa se hubiera convertido en una dictadura”, añadió, acusando a la presidenta de la Comisión Europea de intentar “imponer el acuerdo por la fuerza”.
Von der Leyen se reunió por la mañana con una delegación de Copa-Cogeca, la principal organización agrícola europea, y al término del encuentro aseguró en un mensaje difundido en X que “Europa siempre estará a su lado”.
Copa-Cogeca reivindicó 10,000 manifestantes procedentes de varios países, sobre todo de Francia.
“Nuestro final = vuestra hambre”, rezaba un cartel escrito en un ataúd negro.
Muchos agricultores europeos acusan a los países del Mercosur de no acatar las normativas medioambientales y sociales a las que ellos están obligados, lo que les permitiría vender sus productos más baratos.
Unas preocupaciones que se suman a las de la reforma de subvenciones de la PAC, que la Comisión Europea busca, según ellos, “diluir” en el presupuesto europeo.
Elaborado con información de AFP y EFE








