La Habana arrancó el lunes la aplicación de un esquema de apagones programados con los cuales las autoridades cubanas esperan ahorrar combustible y apoyar a otras provincias del país adonde estos cortes ya se producen desde hace meses generando una fuerte crispación entre la población.
Los apagones en la capital del país de casi dos millones de habitantes se habían sentido poco en lo que va del año en comparación con las interrupciones del servicio dos o tres veces diarias por lapsos de tres o cuatro horas en localidades del oriente y occidente de la isla.
No es la primera vez en la historia de Cuba que se producen estas interrupciones programadas, pero desde al menos la pasada década las autoridades no habían recurrido a ellas.
“Tengo techo de zinc, no tengo ventanas a los lados”, dijo Miriam Cortés, de 63 años de edad, mirando con alarma su pequeño ventilador blanco marca Imput con las aspas quietas y observando cómo el vapor se iba elevando en la sala de su casa.
La mujer es vecina del reparto Unión en el municipio de Regla, adonde la energía se retiró como estaba en la programación sobre las 10:00 de la mañana del lunes, constató la AP, y se esperaba que recién volviese en algún momento de la tarde.
“El periodo especial (la crisis de los años noventa) fue mejor de lo que tenemos ahora”, protestó Cortés, rememorando la dura crisis que pasaron los cubanos tras la disolución de su aliada política la Unión Soviética y el fin de los subsidios que recibían de ella.
Ahora, la falta de luz, los altos precios, la dolarización y largas colas para conseguir alimentos y medicinas tienen crispado el ánimo de la población y fueron consideradas como parte de las causas directas de las protestas antigubernamentales en julio del 2021, las mayores en más dos décadas.
El Producto Bruto Interno (PBI) de la isla cayó en un 11% en el 2020 y apenas creció 1.3% en el 2021 en medio de la paralización económica derivada de la pandemia de COVID-19 y las sanciones de Estados Unidos.
El fin de semana y tras una reunión de las máximas autoridades de La Habana, el gobernador Reinaldo García Zapata informó sobre la decisión de retirar el servicio eléctrico en el horario diurno (de 10:00 de la mañana a dos de la tarde) cada tres días a los municipios capitalinos a partir del 1 agosto.
La Unión Eléctrica dio a conocer en redes sociales el calendario de estos cortes por zonas.
El gobernador García estimó que los cortes planificados representarán un ahorro de unos 100 megavatios diarios y el combustible necesario para su generación, lo que repercutirá —afirma— en que haya menos apagones en el resto de las provincias, donde se registran durante meses, según informó el periódico oficial Tribuna de La Habana.
La situación de la energía eléctrica y la escasez del combustible es crítica siempre en el verano cubano, cuando el consumo se dispara, pero se volvió más compleja aún en esta temporada debido a la carencia de petróleo y los costos del mismo a nivel internacional del mismo, según las autoridades.
Las autoridades también mencionan que las sanciones de Estados Unidos persiguen especialmente a quienes intentan venderle combustible a la isla, entre ellos Venezuela.
“Hay otros lugares que están peor que nosotros, nosotros empezamos hoy (lunes), que nos quiten de día bueno, podemos arreglarnos, pero no de noche”, señaló a la AP otra vecina, llamada Fe María Llouvet, de 55 años. En la experiencia de los cubanos, el calor y los mosquitos suelen acompañar a los apagones.
Cuba cuenta con 13 centrales productoras de energía, de las cuales ocho son las tradicionales y enormes termoeléctricas a las que se agregaron cinco modernas plantas flotantes alquiladas a Turquía desde el 2019 con el objetivo, según autoridades, de que no se agrave aún más la situación.
La mitad de la generación eléctrica corresponde a estas grandes termoeléctricas en tierra, que se surten con combustible nacional muy cargado de azufre, por lo que se producen roturas constantes, según autoridades. Pero dado que ellas no cubren la demanda se suman equipos distribuidos por todo el país alimentados con combustóleo importado y sólo el 6% se consigue mediante fuentes renovables, refieren.
En tanto, muchos bloques productores de las centrales eléctricas están afectados por desperfectos técnicos debido a la falta de inversión en los mismos y el largo tiempo que llevan en explotación, dicen funcionarios del sector eléctrico.