
Las acciones chilenas alcanzaron un nuevo récord el lunes por la mañana y el peso se mantuvo cerca de un máximo de 14 meses después de que el ultraconservador José Antonio Kast ganara la presidencia por un amplio margen.
El índice bursátil IPSA subió hasta un 1% a la apertura para luego cotizar con pocos cambios mientras que el peso revirtió ganancias iniciales y retrocedió levemente a cerca de 910 por dólar. El costo de asegurar la deuda chilena contra un posible incumplimiento a cinco años extendió las caídas de la semana pasada, alcanzando su nivel más bajo desde enero de 2020.
“En un escenario optimista, el IPSA podría llegar a 11,200–11,600 para finales de 2026”, escribieron los analistas de Credicorp Capital Samuel Carrasco y Rodrigo Godoy en una nota. “Por su parte, el CLP podría incluso probar niveles por debajo de 900 en el corto plazo”.
Kast ganó la presidencia al canalizar la indignación de los votantes por alzas en criminalidad y migración irregular. También prometió reducir impuestos corporativos, simplificar trámites y recortar el gasto fiscal para impulsar una ola de inversión y revertir más de una década de bajo crecimiento. Los mercados habían repuntado durante los últimos meses, a medida que se volvía cada vez más evidente que Kast ganaría el balotaje del domingo.

Con casi 100% de las papeletas escrutadas, Kast tenía 58% de los votos, seguido por la izquierdista Jeannette Jara con 42%, según el organismo electoral Servel. Arrasó en las 16 regiones de Chile.
Desde un máximo en abril, los bonos soberanos chilenos han reducido su spread frente a los bonos del Tesoro de EE.UU. en casi 60 puntos básicos, llegando a un mínimo de 18 años. El peso se ha apreciado casi 10% este año, mientras que la bolsa sube 55%. Al mismo tiempo, el índice bursátil ha registrado 69 cierres récord y las valuaciones han ampliado su ventaja frente a otras acciones latinoamericanas.
“Los cambios comenzarán de inmediato”, dijo Kast en su discurso de victoria en su comando en el exclusivo barrio de Las Condes, en Santiago, donde durante horas los conductores ondearon banderas chilenas y tocaron bocinas para celebrar. Pero “requerirá perseverancia”.

El exlegislador e hijo de inmigrantes alemanes de posguerra asumirá el cargo el 11 de marzo, tras prometer un “gobierno de emergencia” para dar un giro a la economía.
Kast adoptó un tono conciliador, acercándose a la oposición al señalar que se necesitan mutuamente para enfrentar el crimen organizado y otros problemas. “Chile volverá a estar libre de crimen, libre de angustia, libre de miedo”.
Aun así, advirtió sobre “un año muy difícil porque las finanzas del país no están en buen estado”. Chile, uno de los países más ricos de América Latina, ha atravesado incertidumbre bajo el saliente presidente izquierdista Gabriel Boric.
Kast también moderó la retórica antimigrante que empleó durante la campaña, diferenciando entre extranjeros como médicos que vienen a trabajar en beneficio del país y quienes están en situación irregular.
“No nos pidan, quienes están indocumentados, que gastemos todos nuestros fondos sociales en ustedes. Somos un país acogedor. Queremos recibirlos, pero solo si respetan la ley”, dijo. “Quien no cumpla la ley tiene que irse”
Desafíos
Desde el primer día, Kast, de 59 años y padre de nueve hijos, enfrentará grandes desafíos, incluido un Congreso dividido y amplias demandas de resultados rápidos.
Será crucial que Kast comience a trabajar lo antes posible, dijo Klaus Kaempfe, jefe de inversiones de Credicorp Capital. “Tiene poco tiempo antes de que termine la luna de miel”.
Cualquier nueva alza importante en el mercado dependerá de la capacidad del próximo gobierno para avanzar con su agenda económica y de los nombramientos clave en el gabinete, agregó Kaempfe.
Lo que dice Bloomberg Economics
“Chile necesita elevar tanto el crecimiento efectivo como el potencial, que han descendido de más de 4% a cerca de 2% en las últimas tres décadas. Esto requiere atraer más capital y aumentar la productividad. Incrementar la participación laboral —especialmente entre mujeres— también ayudaría. Las propuestas de Kast de reducir impuestos y regulación podrían apoyar esos objetivos.” — Felipe Hernández, economista para América Latina
Una de las propuestas más polémicas de Kast es la promesa de recortar US$ 6,000 millones en gasto público en un plazo de 18 meses sin reducir beneficios sociales. Los críticos dicen que el plan es poco realista y poco probable de aprobarse en un Congreso dividido. También subraya lo que muchos consideran la mayor debilidad política de Kast: limitada experiencia negociando fuera de su círculo más cercano.
“No es alguien con habilidades de negociación bien desarrolladas”, dijo Axel Callis, sociólogo y director de la encuestadora Tuinfluyes.com. “En este sentido, va a tener dificultades”.
Kast también corre el riesgo de sobreestimar el apoyo popular para medidas extremas, como le ocurrió a Boric cuando asumió en 2022.
“Hace cuatro años Boric ganó también por mayoría, pero interpretó mal el mandato e intentó implementar reformas demasiado radicales”, dijo Patricio Navia, profesor de ciencia política en la Universidad de Nueva York.
Órbita de Derecha
A nivel regional, el triunfo de Kast es otro revés para la izquierda en América Latina, después de la victoria del partido de Javier Milei en las elecciones de medio término en Argentina y de que Rodrigo Paz pusiera fin a 20 años de gobierno socialista en Bolivia. El próximo año habrá elecciones en Perú, Colombia y Brasil.
A diferencia de Boric, quien criticó públicamente al presidente de EE.UU. Donald Trump, Chile ahora surge como otro aliado de ese país en una región que se había inclinado en las últimas décadas cada vez más a China.
En un posteo en X el domingo, Milei dijo que estaba seguro de que trabajaría con Kast para ayudar a que “América abrace las ideas de la libertad y podamos liberarnos del yugo opresor del socialismo del Siglo XXI...!!!”. Luego compartió un mapa que mostraba un continente ampliamente dividido.
Su victoria marca el comienzo de un nuevo ciclo político “definido fundamentalmente por la lógica del cambio”, dijo Marco Moreno, director del Centro de Democracia y Opinión Pública de la Universidad Central de Chile. La administración de Kast estará orientada a “enfrentar una crisis de seguridad pública con medidas mucho más duras y restrictivas, y también la migración”.
El secretario de Estado Marco Rubio dijo que EE.UU. espera fortalecer sus lazos comerciales con Chile y destacó las prioridades compartidas de “fortalecer la seguridad pública” y “poner fin a la inmigración ilegal”.
Aunque Kast evita comparaciones, su agenda alineará a Chile con otras administraciones derechistas en el mundo. En los últimos años ha visitado a la líder italiana Giorgia Meloni, al presidente salvadoreño Nayib Bukele y al primer ministro húngaro Viktor Orban. También ha defendido al exmandatario brasileño Jair Bolsonaro, condenado por conspirar para un golpe tras su derrota electoral de 2022.
Kast moderó su retórica conservadora en temas sociales durante la campaña de este año, particularmente en asuntos como el aborto, que habían alejado a los votantes moderados en sus dos postulaciones previas.
“La elección de Kast subraya la profundidad de la crisis de confianza en las instituciones políticas de Chile”, dijo Peter Siavelis, profesor de política en la Universidad Wake Forest. “El resultado se entiende mejor como otra expresión de desconfianza hacia las élites políticas y los arreglos de gobernabilidad, más que como un mandato para una transformación conservadora de la sociedad chilena”.
El equipo cercano de Kast incluye figuras ajenas al establecimiento tecnocrático chileno. Entre los leales que se espera ocupen roles clave están el principal asesor económico Jorge Quiroz, el economista Bernardo Fontaine, el exdiputado Rodrigo Álvarez y el empresario Alejandro Irarrázaval. Tras avanzar al balotaje el mes pasado, Kast también obtuvo el respaldo de renombrados economistas que habían apoyado a su rival de centroderecha Evelyn Matthei.
Abogado de formación, fundador del Partido Republicano de Chile y con 16 años de servicio en la cámara baja, Kast no tiene experiencia en el poder ejecutivo. Aun así, ha recorrido Chile durante más de una década y conoce mejor que nadie las prioridades de la ciudadanía, dijo el asesor Iván Poduje en una entrevista el mes pasado.
“La democracia habló fuerte y claro”, dijo Jara en un posteo en X al reconocer la derrota. Miembro del Partido Comunista de Chile desde los 14 años, lideró una coalición de partidos de izquierda y centroizquierda para enfrentar a Kast, con un enfoque en temas sociales y de seguridad. Ahora queda posicionada para liderar la oposición de izquierda en el país.
Esta fue la primera elección presidencial de Chile bajo nuevas reglas que exigen que todos los adultos, incluidos los residentes permanentes legales con al menos cinco años en el país, voten.
Ayer, Kast y Boric sostuvieron una tradicional llamada telefónica televisada, destacando el historial de traspasos pacíficos de poder en Chile desde la restauración de la democracia en 1990, tras los 17 años de dictadura de Augusto Pinochet. Kast y Boric se reunirán el lunes en el palacio presidencial.








