Los activos chilenos resistieron frente a liquidaciones globales después de que un candidato presidencial comunista perdiera inesperadamente en una votación de primarias antes de las elecciones de noviembre en el país, dejando espacio para que avance un candidato más moderado.
El exlíder de estudiantil Gabriel Boric ganó la votación de la extrema izquierda con el 60.4% del apoyo, superando al candidato del Partido Comunista, Daniel Jadue, el favorito de algunas encuestas que había asustado a los mercados financieros con llamados a una reforma económica radical.
El índice bursátil de referencia de Chile subió un 1.6% en las operaciones de la tarde, el mayor avance del mundo, mientras que los rendimientos de los bonos gubernamentales cayeron.
Entre los contendientes de derecha, el exministro de Gobierno Sebastián Sichel, que ha pedido que se mantengan los pilares económicos favorables al mercado, ganó con un 49.1%. Derrotó a otros tres candidatos, incluidos Joaquín Lavín, uno de los políticos más conocidos de Chile. Tanto Boric como Sichel avanzarán ahora a la primera ronda de las elecciones presidenciales del 21 de noviembre.
Las primarias dan a los inversionistas una idea del equilibrio de poder entre la izquierda y la derecha políticas antes de una elección presidencial que permanece abierta. También es el último golpe a los partidos tradicionales de Chile en medio del descontento social persistente.
“La gente vio que Jadue era radical e intransigente en sus propuestas y lo terminó asociando con prácticas políticas que se rechazan hoy”, dijo Kenneth Bunker, analista político y fundador del sitio web de encuestas electorales Tresquintos.cl. “Boric se mostró muy preparado en debates, con capacidad de diálogo y de llegar a acuerdo, y la gente sabe que los cambios y mejoras se logran con acuerdos. Lavín perdió porque la gente quiere caras nuevas, ya no quiere políticos tradicionales, quiere personas más jóvenes. La gente vio en Sichel renovación”.
Aproximadamente 1.8 millones de votos se emitieron en las primarias de extrema izquierda, mientras que más de 1.3 millones votaron en la contienda de la derecha, según el servicio electoral del Gobierno, Servel. Un 21% de aquellos habilitados para votar participó en las primarias.
Político joven
Boric, de 35 años, es un miembro destacado de una nueva generación de legisladores que ha sacudido la política chilena. Se hizo conocido en 2011 mientras lideraba protestas a nivel nacional que pedían educación gratuita y de calidad.
Se postuló con éxito como diputado de la Cámara Baja en 2013 y luego fue reelegido para su segundo mandato en una votación aplastante. Más recientemente, Boric ayudó a forjar un acuerdo político para un referéndum sobre la Constitución de la nación.
“No le tengan miedo a la juventud para cambiar este país, porque también bebemos de la experiencia de quienes lucharon antes que nosotros”, dijo Boric a sus seguidores el domingo por la noche. “Si Chile fue la cuna del neoliberalismo, también será su tumba”.
Sichel, de 43 años, ha tratado de ampliar su atractivo presentándose como candidato independiente al tiempo que fortalece sus vínculos con los partidos conservadores. En 2018, fue contratado para ayudar a administrar la agencia de desarrollo económico Corfo y luego comandó el Ministerio de Desarrollo Social, donde ayudó a establecer un programa de transferencia de efectivo de emergencia para familias pobres.
El modelo económico de Chile se puede mejorar desde adentro y no necesita una reforma radical, dijo Sichel en una entrevista el mes pasado. Ha pedido impulsar las transferencias de efectivo y mejorar los servicios públicos.
“Somos una coalición que se prepara para ganar la elección presidencial”, dijo Sichel a sus partidarios, “porque sentimos que el proyecto que representamos para Chile, de justicia y libertad, es el mejor proyecto para los chilenos”.
Otros candidatos
Numerosas encuestas de opinión pública realizadas en junio mostraron que tanto Boric como Sichel ocupaban el segundo lugar en sus respectivas primarias.
Ambos candidatos también podrían ser desafiados por otros nombres en noviembre. Los partidos tradicionales de centro izquierda que gobernaron Chile durante gran parte de los últimos 30 años tras el fin de la dictadura de Augusto Pinochet no presentaron contendientes para las primarias, pero podrían participar de la carrera presidencial.
Dentro de este grupo, la exvocera del Gobierno Paula Narváez, del Partido Socialista, ya lanzó su candidatura. La presidenta del senado, Yasna Provoste, que es del partido Demócrata Cristiano y constantemente ocupa un lugar destacado en las encuestas, también podría presentarse.
Mientras tanto, en la extrema derecha, José Antonio Kast del Partido Republicano confirmó que planea presentar su candidatura. Es probable que la carrera presidencial llegue a una segunda vuelta en diciembre.
El próximo jefe de Estado de Chile supervisará la reescritura de la Constitución y un referéndum nacional sobre el documento. El ganador también enfrentará desafíos como el aumento de la deuda derivada de la ayuda de emergencia durante la pandemia y las demandas de un mayor gasto social después de los disturbios sociales de 2019-2020.