La inflación al consumidor en Reino Unido alcanzará un máximo del 18.6% en enero, más de nueve veces el objetivo del Banco de Inglaterra, dijo el lunes un economista del banco estadounidense Citi, elevando de nuevo su previsión a la luz del último salto de los precios de la energía.
“La cuestión ahora es qué pueden hacer las políticas para compensar el impacto tanto en la inflación como en la economía real”, dijo Benjamin Nabarro en una nota para los clientes.
La última vez que la inflación al consumidor superó el 18% fue en 1976.
La favorita para convertirse en la próxima primera ministra de Reino Unido, Liz Truss, probablemente presentará medidas para apoyar a los hogares afectados por el aumento de los precios de la energía, lo que podría reducir ligeramente la tasa máxima de inflación, dijo Nabarro.
El regulador de la energía, Ofgem, tiene previsto fijar el viernes las nuevas tarifas máximas para los hogares, que entrarán en vigor en octubre.
La última subida de tarifas, en abril, llevó la factura anual de un hogar típico a 1,971 libras (2,322 dólares) desde las 1,278 libras, a raíz de la subida de los precios del gas natural tras la invasión a Ucrania por parte de Rusia.
Citi prevé que Ofgem aumente el límite de la tarifa hasta el equivalente a 3,717 libras a partir de octubre, con nuevas subidas hasta 4,567 libras en enero y 5,816 libras en abril de 2023.
En sus previsiones de principios de agosto, el Banco de Inglaterra suponía que el tope subiría a unas 3,500 libras en octubre y que los precios de la energía se estabilizarían después. Así, la inflación de los precios al consumo alcanzaría un máximo del 13.3% en octubre.
Ahora que la inflación alcanzaría un pico mucho más alto, es probable que el Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra llegue a la conclusión de que los riesgos de una inflación más persistente se han intensificado, según Citi.
“Esto significa llevar los tipos a un territorio restrictivo, y rápidamente”, dijo Nabarro. “En caso de que surjan señales de una inflación más arraigada, creemos que se necesitarán tipos de interés bancarios del 6-7% para controlar la dinámica de la inflación. Por ahora, sin embargo, seguimos pensando que las pruebas de tales efectos son limitadas”.