La guerra y el aumento del sentimiento anti-ASG (ambiental, social y de gobernanza corporativa) en Estados Unidos son parte de un nuevo y “complejo” conjunto de obstáculos que hacen que sea mucho más difícil para Wall Street cumplir con las promesas climáticas que hizo, según la presidenta de la Alianza Bancaria Cero Neto.
”Cuando observas el entorno de la descarbonización y los combustibles fósiles, la situación es más compleja de lo que era en el 2021″, dijo en entrevista Tracey McDermott, quien además de presidir la Alianza, conocida como NZBA por sus siglas en inglés, es jefa de grupo de conducta, delitos financieros y cumplimiento en Standard Chartered Plc.
El ataque de Rusia contra Ucrania, la crisis energética y la política estadounidense están dificultando las cosas para los bancos y requieren una mayor claridad sobre los compromisos ambientales del sector, dijo. Eso significa que hay una “sensibilidad aumentada” entre los miembros sobre las implicaciones de los compromisos que se han hecho, añadió.
En ese contexto, algunos de los miembros más importantes de la NZBA en Estados Unidos han cabildeado activamente contra las restricciones a las finanzas fósiles, según personas familiarizadas con el proceso. Y la alianza recientemente aseguró a los signatarios que eran libres de ignorar una propuesta de un grupo respaldado por la ONU llamado Race to Zero, que había buscado trazar un camino creíble hacia el cero neto al imponer restricciones vinculantes en el financiamiento de combustibles fósiles.
NZBA, que es uno de los siete grupos que componen la Alianza Financiera de Glasgow para las Cero Emisiones Netas, es consciente de que “los problemas a corto plazo no pueden distraernos del objetivo a largo plazo”, dijo McDermott. “Pero debe reconocerse que tienen un impacto en la forma en que los Gobiernos abordan el debate energético”.
Los comentarios representan el reconocimiento más claro hasta ahora de que el nuevo orden mundial está llevando a la industria financiera a reconsiderar sus prioridades. Después de que la invasión de Vladímir Putin a Ucrania sumara al mundo en una peligrosa crisis de seguridad energética, los bancos han intensificado su apoyo financiero a los combustibles fósiles.
En lo que va del año, el financiamiento al petróleo, gas y carbón ha alcanzado los US$ 320,000 millones, un 9% más que en el mismo período de 2021, según datos recopilados por Bloomberg. El crédito ha sido liderado por Wells Fargo & Co., con Royal Bank of Canada, Toronto-Dominion Bank y y JPMorgan Chase & Co. no muy atrás. Todos son miembros de NZBA.
”Nadie discute ni por un momento que los combustibles fósiles deben reducirse y eliminarse gradualmente, pero se debate cómo hacer que eso suceda y qué va primero”, dijo McDermott. “NZBA acepta que tienes que alejarte de los combustibles fósiles. La pregunta es: ¿Cómo cumplir eso?”.
A pesar del aumento de los préstamos para combustibles fósiles, los estados republicanos han estado diseñando leyes para castigar a las empresas financieras percibidas como hostiles hacia las industrias del petróleo, gas y carbón.
Según una investigación realizada por el proveedor de fondos de cobertura NorthPeak, al menos 18 estados tradicionalmente rojos han promulgado o propuesto leyes contra empresas sospechosas de promover el cuidado al medio ambiente, la justicia social y el buen Gobierno.
”No podemos lograr esto sin los Gobiernos”, dijo. “Sin una transición en la economía real, no alcanzaremos el cero neto: los Gobiernos deben crear un entorno para fomentar que eso suceda”.