Las exportaciones rusas de petróleo vía marítima se mantuvieron resistentes en febrero, luego de que el país encontrara nuevos compradores incluso después de que se ejerciera toda la fuerza de las sanciones occidentales.
Los analistas del mercado petrolero siguen de cerca los datos de exportaciones rusas en busca de signos de interrupciones después de que la Unión Europea y la mayoría de las naciones del Grupo de los Siete prohibieran la mayoría de las importaciones marítimas de crudo y combustible en condena a su invasión a Ucrania.
Con la ayuda de una “flota fantasma” de petroleros, los productores rusos han recurrido a compradores en el Golfo, América Latina y Asia, según muestran los datos de seguimiento de buques.
La UE prohibió las importaciones marítimas de combustible a principios de febrero, dos meses después de imponer sanciones a los envíos de crudo. Las sanciones se suman a los precios máximos de los cargamentos rusos que deben respetar otros países si desean acceder a servicios occidentales como envío y seguros.
A pesar de esa combinación de sanciones, los productores rusos exportaron un promedio de 7.32 millones de barriles diarios de crudo y productos derivados, según muestran los datos de la firma de investigación Kpler. Esa cifra está en línea con los volúmenes enviados en diciembre y solo un 9% por debajo del máximo histórico de enero.
La disminución mensual en los flujos marítimos de Rusia se debe principalmente a las exportaciones inusualmente altas de enero, que en parte se relacionaron con las interrupciones climáticas, dijo el analista de crudo de Kpler, Viktor Katona.
A pesar de esa resistencia, las exportaciones rusas de petróleo se enfrentan a más tensiones a medida que India, uno de los principales compradores de su crudo, ve cómo aumenta la presión de los banqueros para que demuestren que los cargamentos cumplen con el precio tope de US$ 60 por barril. Un control más estricto puede influir en las compras de barriles rusos por parte de la India.
Las exportaciones del próximo mes también podrían verse afectadas por la decisión del Kremlin de recortar la producción de petróleo en 500,000 barriles por día en represalia por las prohibiciones occidentales.
Hasta el momento, no está claro si los productores rusos preferirán reducir sus exportaciones de crudo o el procesamiento interno como resultado de la restricción. Los planes preliminares de marzo indican que las empresas petroleras tienen la intención de mantener un alto nivel de producción en las refinerías para aprovechar los enormes beneficios fiscales que disminuirán a partir de abril.