Los responsables de la política del Banco Central Europeo podrían frenar las alzas de tasas de interés con un aumento de 50 puntos básicos el próximo mes, según personas con conocimiento del tema.
Las primeras discusiones sugieren una falta de impulso para otro movimiento de 75 puntos básicos en la actualidad, dijeron las fuentes, que no quisieron ser identificadas porque las deliberaciones del Consejo de Gobierno son privadas. Salvo que se produzca otro aumento sorpresivo de la inflación, el consenso podría inclinarse por una medida menos agresiva, señalaron.
Entre las razones citadas se incluyen los crecientes riesgos de recesión, la posibilidad de que las presiones sobre los precios al consumidor se debiliten y la posibilidad de que un movimiento de medio punto en la tasa de depósito al 2% se acerque al llamado nivel neutral que ya no estimula la economía. También se mencionó la necesidad de evaluar el inicio de la reducción del balance.
Un portavoz del BCE declinó formular comentarios.
A cuatro semanas de la última decisión del año del BCE, el 15 de diciembre, los funcionarios aún tienen mucho tiempo para decidir. Ante las expectativas del mercado de un aumento de medio punto, los encargados de la política monetaria de línea dura no han hecho grandes intentos por contrarrestar esa visión, insistiendo en un tercer aumento consecutivo de 75 puntos básicos.
El gobernador del banco central de Austria, Robert Holzmann, que antes era partidario de la agresividad, no se ha referido mucho sobre el tamaño del próximo aumento, como tampoco lo ha hecho el presidente del Bundesbank alemán, Joachim Nagel.
Sus colegas de Estonia y Letonia, en una región que sufre la mayor inflación de la eurozona, han citado 50 y 75 puntos básicos como posibilidades, sin expresar aún una preferencia.
El presidente del banco central de Francia, François Villeroy de Galhau, pronosticó el miércoles que el BCE probablemente subirá la tasa hasta un “rango de normalización” de alrededor del 2% el próximo mes, comentarios que también podrían apuntar a 50 puntos básicos.
La próxima lectura de inflación, que se conocerá el 30 de noviembre, será “relevante” para la decisión de diciembre, como indicador de las presiones sobre los precios, así como para alimentar las proyecciones trimestrales, sugirió a Bloomberg Television el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos. No quiso pronunciarse sobre la magnitud del próximo movimiento.
Las últimas discusiones del Consejo de Gobierno estaban programadas para el 9 de noviembre. Los datos de inflación de Estados Unidos más débiles de lo esperado, publicados al día siguiente, pueden haber alentado a los funcionarios del BCE, y algunos homólogos de la Reserva Federal han sugerido que puede haber llegado el momento de moderar sus propios aumentos de tasas.
No obstante, en un 10.7% en la eurozona, la inflación se mantiene en un récord en la historia de la moneda única. Guindos advirtió que seguirá siendo “elevada” durante el primer semestre del 2023. Mientras tanto, en octubre, los precios subieron un 11.1% en el Reino Unido, lo que superó el consenso.
La próxima reunión del Consejo de Gobierno coincidirá con la publicación de la lectura de la inflación de noviembre, el 30 del mes. Una semana después, los encargados de la política monetaria iniciarán un período de silencio antes de la decisión de diciembre.