La agencia de calificación Fitch Ratings recortó la previsión de crecimiento de China para el 2021 argumentando una ralentización del colosal sector inmobiliario del país, que tiene al gigante Evergrande al borde de la quiebra.
En su último informe, Fitch rebaja la expectativa de crecimiento de 8.4% a 8.1%, señalando que “el principal factor que pesa en esta previsión es la ralentización del sector inmobiliario”.
Las autoridades chinas han implementado unas estrictas nuevas reglas a los promotores inmobiliarios con tal de reducir el fuerte apalancamiento de las empresas.
Esta nueva normativa empujó al abismo a Evergrande, que ha reconocido dificultades para poder hacer frente a sus obligaciones, superiores a los US$ 300,000 millones.
Los mercados han temblado estos últimos días por temor a que este gigante entre en quiebra y arrastre al conjunto de la segunda economía mundial.
“La construcción de nuevas viviendas está decayendo y la presión financiera está aumentando en la inversión en inmobiliaria”, indicó Fitch.