Los destinos en Europa han liderado la implementación de políticas específicas para reiniciar la actividad turística tras la pandemia de COVID-19, ha señalado la Organización Mundial del Turismo (OMT) en un comunicado.
El 33% de los destinos europeos han introducido políticas específicas para el turismo, seguidos de los de Asia y el Pacífico, donde lo ha hecho el 25%, mientras que, en América, esta proporción es del 14% y, en África, del 4%, de acuerdo con una nueva investigación de la OMT.
Mientras que se empiezan a levantar las restricciones de viaje en muchos destinos, la agencia especializada de las Naciones Unidas ha publicado su primera nota informativa sobre turismo y el COVID-19, que muestra los esfuerzos realizados para salvaguardar los empleos y sentar las bases para la recuperación.
Gobiernos por todo el mundo han respondido “rápida y fuertemente” para mitigar el impacto del COVID-19 en sus sectores turísticos y, de los 220 países y territorios evaluados hasta el 22 de mayo, 167 informaron haber tomado medidas para paliar los efectos de la crisis sanitaria.
De estos, 144 han adoptado políticas fiscales y monetarias, mientras que 100 han tomado medidas específicas para apoyar el empleo y la capacitación, tanto en turismo como en otros sectores económicos clave.
Para el secretario general de la OMT, Zurab Pololikashvili, la determinación de los gobiernos de apoyar el turismo y ahora reiniciarlo, “es la evidencia fehaciente de la importancia del sector”.
Para reiniciar el turismo, es “crucial” restablecer la confianza en el sector y, en los destinos donde la actividad se está reanudando, las medidas más comunes son los protocolos higiénicos y sanitarios, las certificaciones y etiquetas para prácticas limpias y seguras y los “corredores turísticos seguros” entre países.
Asimismo, siendo el turismo nacional una prioridad en este momento, comienzan a surgir campañas promocionales, iniciativas de desarrollo de productos y cupones en algunos países.
Aparte de las medidas de cada país, la OMT ha destacado que las organizaciones internacionales como la Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Mundial (BM) han apoyado a los gobiernos, particularmente con mecanismos especiales para préstamos, así como con asistencia técnica y recomendaciones para la recuperación.