El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este viernes sanciones contra el banco nacional de Irán, según él, "las mayores" impuestas contra un país.
El mandatario dijo a la prensa en el Despacho Oval que estas sanciones golpean "directamente a lo más alto".
Trump anunció esta medida después de los ataques del pasado sábado contra refinerías en Arabia Saudí, que Riad atribuye a Teherán.
Tono entre conciliador y amenazador
Antes del anuncio de Donald Trump de este viernes, las autoridades iraníes declararon que no quieren una guerra, pero responderán con todos los medios a su alcance en caso de un ataque.
"Irán no tiene deseo de guerra, pero defenderemos a nuestro pueblo y nuestra nación", declaró el ministro iraní de Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, en un mensaje de Twitter, red social a la que recurrió hasta en tres ocasiones en esta jornada para dirigirse a EE.UU.
Zarif apuntó que no es Irán el que quiere entrar en un conflicto, sino que son los aliados de Washington en la región -Israel, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos- los que “parecen desear combatir a Irán hasta el último (soldado) estadounidense”.