El cadáver de un hombre, calzado aún con pantuflas, reposa en un patio del centro de Sloviansk, ciudad del este de Ucrania sometida a bombardeos rusos. Por la mañana, un misil ha arrasado el edificio residencial.
La policía levanta al cadáver, el de un hombre llamado Igor, según sus vecinos, antes de cargarlo en un furgón con destino a la morgue, dejando rastros de sangre en el suelo.
El alcalde de Sloviansk, Vadim Liakh, llegó al lugar poco después del ataque, hacia las 08H30 (05H30 GMT), al mismo tiempo que los servicios de socorro
“Vamos a ver el balance, pero hay al menos un muerto y tres heridos” dice a AFP.
Tamara, una habitante de 84 años, precisa que unas de sus vecinas ha sido hospitalizada con una herida en el tórax.
Sloviansk afronta una intensificación de los bombardeos de las fuerzas rusas, cuyas posiciones se hallan a algunos kilómetros. Con el avance de las tropas de Moscú desde el norte, la ciudad ha perdido su suministro en agua y en gas.
Al contemplar las ventanas reventadas y los muros repletos de metralla, Tatiana Levshenko se lamenta: “¿Cómo voy a vivir ahora? Mire ¡todas las habitaciones están dañadas!”
“Es algo tan doloroso para nosotros” agrega esta mujer de 67 años, mientras su gato permanece escondido bajo un sofá, y el hamster en su jaula. Su hija y sus nietos se han ido y viven en Leópolis, en el oeste, relativamente lejos de los bombardeos.
Pero Tatiana no puede dejar la ciudad. “¿Adonde iría? ¡Toda Ucrania está sometida a fuego! No tenemos ningún lugar donde escondernos” dice, antes de añadir: “Las cosas van mal, muy mal. Todos hemos llorado todas nuestras lágrimas. Yo ya no tengo fuerzas”.
- Sin casa-
Ante un edificio vecino, Natalia Petrova está en bata inspeccionando los daños. Ella dormía cuando se produjo el bombardeo. Su marido ya estaba en su trabajo.
Su otra casa, en un pueblo, también ha sido dañada por los combates. Y hoy, es su apartamento urbano el que es alcanzado por las bombas.
“Ya no nos queda ninguna vivienda, ni aquí ni allá” constata.
Parece que se han lanzado bombas de racimo en una amplia zona de Sloviansk, en la noche del domingo y en la mañana del lunes.
El alcalde Vadim Liakh asegura en Facebook que no había ningún objetivo legítimo en la zona, y que Moscú está en guerra contra los civiles ucranianos. Además, exhorta a sus administrados a evacuar la ciudad.
Lo que parecen los restos de un misil está plantado en el suelo, a un centenar de metros del lugar donde se encontró el cadáver.
“Nosotros nos hemos salvado, es un milagro” explica una mujer en jeans, que limpia restos de vidrio , y que prefiere no dar su nombre.
Durante la noche, lo que parecían ser bombas de racimo se abatieron sobre una calle periférica de la ciudad, provocando el mismo tipo de daños
Los habitantes explicaron haber escuchado frecuentemente el sonido de drones volando sobre ellos, pero destacaron que la instalación militar situada a proximidad ya no era utilizada.
Oleksandre, un empleado de 39 años, vio cómo su coche era acribillado de esquirlas. Uno de sus perros resultó herido
La invasión rusa de Ucrania, lanzada a fines de febrero, tiene un viejo aire de reiteración para los habitantes de Sloviansk, pues esta ciudad fue escenario de feroces combates entre fuerzas de Kiev y separatistas prorrusos en 2014.
En la puerta de metal de Oleksandre, algunos impactos de bala datan de hace ocho años, y otros son más recientes.
“No he reemplazado la puerta. Es como si hubiera presentido que no valía la pena hacerlo” dice.