Cada domingo en Ciudad Bolívar, uno de los barrios más pobres de Bogotá, se ve una imagen inusual: grupos de turistas, en vez de los habituales trabajadores, se suben al TransMiCable, un teleférico que atraviesa esta comuna del sur de la capital colombiana.
Tras diez minutos de recorrido sobre barrios que se aferran peligrosamente a la montaña y llamativas casas de colores, visitantes curiosos llegan a El Paraíso, un centro turístico con una vista inédita de Bogotá.
En 2016, May Rojas y Luisa Sabogal, dos artistas colombianos, lanzaron esta iniciativa que combina el turismo y el arte, en un momento en que la reputación de Ciudad Bolívar era de un lugar de miseria y violencia.
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La idea es “eliminar un poco el estigma que se tiene frente a la localidad de Ciudad Bolívar a través del arte”, explicó a la AFP Sabogal, de 24 años y quien creció en esta comuna.
Las dos emprendedoras convocaron a decenas de “artistas callejeros”, locales e internacionales, para pintar “La Calle del Color”, una serie de murales que cuentan la historia y la cultura local con personajes del barrio y animales emblemáticos de la rica biodiversidad del país.
¿Nueva Comuna 13?
Desde entonces, surgieron comercios, agencias de turismo e incluso el “Museo de la Ciudad Autoconstruida”, que muestra la propia historia del barrio. Pero el estigma impide popularizar su oferta turística, sobre todo entre los bogotanos.
Más de la mitad de los 660,000 habitantes de Ciudad Bolívar viven en pobreza, con menos de 536,000 pesos colombianos por mes (unos US$ 135). También es la localidad con más homicidios, 188 en 2023, según datos de la secretaría de seguridad del distrito (SIEDCO).
“Me preocupa el tema de tomar fotos de los grafitis (...) si no era seguro sacar el celular... tenía la duda”, dijo a la AFP Tomás Velásquez, residente de Chapinero, un barrio de clase media-alta en el norte de Bogotá.
Pese al temor, en promedio unos 400 visitantes al mes llegan ahora a Ciudad Bolívar. Un turismo emergente que la alcaldía de Bogotá celebra por su impacto positivo en la economía y la seguridad del barrio.
“La calle donde están los grafitis, antes era llamada el ‘camino del delito’. Era una calle donde mataban, asesinaban, robaban... Este año no tenemos ni un solo delito en la zona del Paraíso”, dijo a la AFP Andrés Santamaría, director del Instituto Distrital de Turismo (IDT).
Tomando como modelo la célebre Comuna 13 de Medellín (noroeste), transformada en destino turístico después de sufrir la violencia del narcotráfico en la época del capo Pablo Escobar, el gobierno distrital quiere que Ciudad Bolívar se convierta en “uno de los principales sitios turísticos de la ciudad”.
“La pobreza sigue”
Actualmente, se forman 40 nuevos guías en Ciudad Bolívar, y la alcaldía apoya la apertura de una oficina de turismo. Asimismo, se prevé que varias iniciativas locales tengan el apoyo del IDT en los próximos cuatro años.
La comerciante María Sandoval, que abrió hace cuatro meses una pequeña tienda de tamales -tradicional cocido de maíz y carne-, dice que este nuevo turismo representa “casi la mitad” de sus ventas.
Pero a pocos metros de allí los impactos positivos del turismo generan dudas. Nadia Rojas y su hija, escépticas, ven a los grupos de visitantes pasar a lo lejos.
“Eso es muy bueno porque el turismo trae trabajo (...) pero todo está concentrando en unos pocos”, critica Rojas. “Las fachadas están pintadas, pero la pobreza sigue”.