Los franceses confiaron este domingo un nuevo mandato de cinco años al centrista Emmanuel Macron frente a Marine Le Pen, quien pese a perder logró el mejor resultado de la extrema derecha en una elección presidencial. En las primeras declaraciones el releecto presidente agradeció a los votantes y dijo que será un presidente “para todos nosotros” en Francia.
“A partir de ahora, ya no soy el candidato de un campo, sino el presidente de todos”, agregó Macron durante el discurso de su victoria a los pies de la torre Eiffel en París, donde prometió además un “método renovado” para dirigir el país tras un primer mandato marcado por las protestas.
Según las primeras estimaciones, el candidato de La República en Marcha (LREM), de 44 años, obtuvo entre 57.6% y 58.2% de votos en el balotaje, una diferencia menor que en 2017 cuando derrotó a su rival de la Agrupación Nacional (RN) con un 66.1% de votos.
Francia optó por la continuidad con un dirigente europeísta, que además se convirtió en el primero en lograr la reelección desde 2002 cuando el conservador Jacques Chirac derrotó al padre de su rival de este domingo, el ultraderechista Jean-Marie Le Pen.
Las reacciones de los líderes europeos no se hicieron esperar. “Podemos contar con Francia cinco años más”, dijo el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. Es un “voto de confianza para Europa”, afirmó el canciller alemán, Olaf Scholz.
El triunfo de Macron aleja el proyecto de ruptura de la candidata de RN, de 53 años, que abogaba por excluir a los extranjeros de las ayudas sociales inscribiendo la “prioridad nacional” en la Constitución y abandonar el mando integrado de la OTAN.
Pero pese a las advertencias sobre el “peligro” extremista y los llamados a frenarla, la ultraderecha no ha dejado de progresar en cada elección desde 2002 y con entre 41,8% y 42,4% de votos, según las estimaciones, Le Pen logró su mejor desempeño.
“El resultado representa en sí mismo una brillante victoria”, dijo la heredera del Frente Nacional (FN) a sus decepcionados seguidores en su cuartel general. “Continuaré mi compromiso por Francia y los franceses (...) Libraré esta batalla”, agregó.
A los pies de la torre Eiffel, París era en cambio una fiesta. Gritos de júbilo estallaron con las primeras estimaciones en el Campo de Marte, donde el presidente centrista tiene previsto dirigirse a sus seguidores.
Pero “cuando vemos una extrema derecha por encima del 40%, habrá que seguir trabajando, unir el país, tener un proyecto político y una mayoría parlamentaria”, advirtió el ministro de Asuntos Europeos, Clément Beaune.
-La “gran batalla” electoral-
La advertencia no es baladí. Con el nombre del inquilino del Elíseo claro, la segunda economía de la Unión Europea (UE) entra ahora en la campaña de las elecciones legislativas del 12 y 19 de junio, que en esta ocasión tiene visos de tercera vuelta.
“Lanzamos esta noche la gran batalla electoral de las legislativas”, aseguró Marine Le Pen, a quien su rival ultraderechista Éric Zemmour llamó a construir un “bloque nacional”. “El apellido Le Pen es derrotado por octava vez”, recordó Zemmour, quien había llamado a sus electores a votar por ella en el balotaje.
La reelección de Macron tuvo lugar en un contexto de descontento entre los jóvenes y entre los desilusionados votantes del izquierdista Jean-Luc Mélenchon, que logró casi un 22% en la primera vuelta.
“Entre la peste y el cólera, debemos tomar la decisión correcta”, aseguró Pierre Charollais, un jubilado de 67 años en Rennes (oeste), abogando por un “voto responsable” en un contexto “particular” por la guerra en Ucrania.
La abstención, entre un 27.8% y un 29.8% según las estimaciones, se situó así en su mayor nivel para una segunda vuelta desde 1969 (31.3%).
Emmanuel Macron es “el presidente más mal elegido” desde el inicio de la Quinta República en 1958, aseguró Mélenchon, quien abogó por una “unión popular” de izquierda para ganar las legislativas y ser nombrado “primer ministro”.
Según un sondeo el viernes de BVA, un 66% quiere que Macron pierda su mayoría parlamentaria. La última “cohabitación” remonta al período de 1997 a 2002, cuando Chirac, nombró primer ministro al socialista Lionel Jospin.
- “Renacimiento” -
Contar con una mayoría parlamentaria será clave para que el presidente centrista complete su programa reformista, que dejó aparcado por un primer mandato marcado por las crisis: protestas sociales, una pandemia mundial con millones de personas confinadas y la guerra en Ucrania...
El conflicto a las puertas de la UE sobrevoló la campaña, pero la principal preocupación de los franceses fue su poder adquisitivo, en un contexto de aumento de los precios de la energía y de la alimentación.
Entre sus promesas para transformar Francia figura el “renacimiento” de la energía nuclear y alcanzar la neutralidad de carbono para 2050, pero también su impopular medida de atrasar la edad de jubilación de los 62 a los 65 años.
Aunque ya se dijo dispuesto a retrasarla sólo a 64 años, de seguir adelante, nuevas protestas masivas podrían aparecer como las que sacudieron su primer mandato, especialmente la de los “chalecos amarillos”.
Tras la proclamación de los resultados oficiales el miércoles, Emmanuel Macron deberá asumir su nuevo mandato antes del 13 de mayo. Su primer ministro, Jean Castex, ya avanzó que presentaría su dimisión en los próximos días y abogó por dar un “nuevo impulso” a la presidencia centrista.