El número de pubs que opera en Inglaterra y Gales es el más bajo registrado, según un estudio, ya que el aumento de los costos de la energía se combinaba con la escasez de trabajadores para amenazar el futuro de una institución británica muy querida.
La inflación británica se encuentra en su punto más alto de los últimos 40 años, impulsada por el aumento de la demanda de bienes y servicios tras la pandemia y, más recientemente, por la crisis ucraniana, que ha hecho subir las facturas de combustible y energía.
A finales de junio había 39,973 bares ingleses y galeses, 200 menos de los que estaban abiertos a finales del año pasado, según el asesor inmobiliario Altus Group, que cita un análisis de los datos de las autoridades fiscales británicas que se remontan al 2005.
“Aunque los bares han demostrado una notable resistencia durante la pandemia, ahora se enfrentan a nuevos vientos en contra por la crisis de los costos de los negocios a través del aumento de los costos energéticos, las presiones inflacionistas y las subidas de impuestos”, dijo el presidente de Altus Group UK, Robert Hayton.
En mayo, los operadores de pubs británicos Mitchells & Butlers y Marston’s advirtieron que los gastos derivados de la guerra entre Rusia y Ucrania y la crisis del costo de la vida reducirían sus beneficios.
El sector de la hostelería en su conjunto ha sufrido en los últimos años durante la pandemia de COVID-19, que mantuvo a los clientes en casa, y por el Brexit, que privó al sector de los trabajadores que necesita.
Aunque la identidad nacional británica está muy ligada a sus “public houses” -a menudo representados como el corazón de una comunidad-, su número está en declive a largo plazo por factores como el cambio de hábitos sociales y de consumo. Además, muchos pubs tienen dificultades para competir con los precios más bajos del alcohol en los supermercados.
Según Altus, en la última década se han perdido unos 7,100 bares. Muchos de los que han desaparecido han sido demolidos o convertidos en viviendas u oficinas.
Emma McClarkin, directora ejecutiva de la Asociación Británica de Cervezas y Pubs, indicó en un comunicado enviado por correo electrónico que las cifras pintan un “panorama devastador”.
“Es esencial que recibamos una ayuda para aliviar estas presiones o realmente nos arriesgamos a perder más bares año tras año”, manifestó.