La portavoz de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, anunció que dio positivo al COVID-19, tres días después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fuera hospitalizado.
“Después de dar negativo de manera constante, incluso todos los días desde el jueves, di positivo para COVID-19 el lunes por la mañana sin experimentar síntomas”, dijo McEnany en un comunicado, especificando que comenzará la cuarentena y continuará trabajando en forma remota.
Aclaró además que “ningún reportero, productor o miembro de la prensa” aparece como contacto cercano en el listado de los servicios médicos de la Casa Blanca.
Sin embargo, crecía la polémica por las precauciones, o la falta de precauciones, tomadas por la Casa Blanca y la familia Trump para evitar contagios del nuevo coronavirus.
El domingo, la portavoz del presidente celebró una rueda de prensa al aire libre con periodistas, sin usar máscara.
McEnany es el caso de COVID-19 más reciente en el círculo cercano al mandatario.
El listado incluye a la primera dama, Melania Trump, y a la asistente del presidente Hope Hicks, cuyo positivo al COVID-19 conocido el jueves encendió las alarmas.
También han resultado infectados el gerente de la campaña Trump 2020, Bill Stepien; la titular del Comité Nacional Republicano, Ronna McDaniel; la asesora de Trump Kellyanne Conway; el exgobernador de Nueva Jersey Chris Christie y tres senadores republicanos (Mike Lee de Utah, Thom Tillis de Carolina del Norte y Ron Johnson de Wisconsin), así como el ayudante personal de Trump, Nick Luna.