© Reuters. Foto de archivo de la gobernadora de la Reserva Federal Michelle Bowman en un evento en Palo Alto, California May 3, 2019. REUTES/Ann Saphir
© Reuters. Foto de archivo de la gobernadora de la Reserva Federal Michelle Bowman en un evento en Palo Alto, California May 3, 2019. REUTES/Ann Saphir

Un aparente repunte en el mercado de la vivienda residencial podría afectar a la lucha contra la inflación de la Reserva Federal, con los precios de la vivienda “nivelándose” incluso mientras la entidad espera el impacto de la caída de los alquileres en los datos de inflación general, dijo el miércoles la gobernadora de la Fed, Michelle Bowman.

Esperamos que el descenso de los alquileres acabe reflejándose en los datos de inflación a medida que los nuevos contratos de arrendamiento entren en los cálculos”, dijo Bowman en un discurso preparado para el evento “Fed Listens”, celebrado en Boston y centrado en el mercado laboral y la vivienda asequible.

Durante varios meses, los responsables de política monetaria de la Fed han afirmado que contaban con que la moderación de la inflación de los alquileres acabaría reduciendo las cifras de inflación general, ya que los alquileres se incluyen en los datos utilizando una media anual.

No obstante, para contrarrestarlo, “el mercado inmobiliario residencial parece estar repuntando”, dijo Bowman. Los precios de la vivienda se han “nivelado recientemente, lo que tiene implicaciones para nuestra lucha para reducir la inflación”.

Bowman, que ha sido una de las autoridades más agresivas de la Fed, no dijo cómo podría influir un repunte de la vivienda en sus puntos de vista sobre política monetaria o en la decisión de la Fed de subir o no las tasas de interés en su reunión del 13-14 de junio.

Sin embargo, sí sugiere un escepticismo sobre uno de los aspectos de la inflación que los funcionarios de la Fed han esperado que se vuelva a su favor.

Cuando la Fed empezó a dar señales de que iba a subir las tasas en el otoño boreal de 2021, y luego siguió con un agresivo ciclo de alzas que arrancó en marzo del año siguiente, los tipos de las hipotecas también se dispararon. A ello siguió una ralentización de las ventas y una caída de los precios.

Sin embargo, ese proceso puede haber tocado fondo, ya que el índice nacional S&P CoreLogic Case-Shiller de precios de la vivienda subió en febrero y marzo en términos intermensuales. Es posible que la construcción y los permisos también hayan alcanzado su punto más bajo, y la confianza de los constructores haya mejorado.

Fuente: Reuters