El exterior de Le Chateau des Palmiers se parece a cualquier otra propiedad de lujo en la isla San Martín de las Antillas Francesas. Las estructuras con azulejos de terracota y palmeras dan junto a una piscina cristalina que refleja el mar Caribe.
En el interior, sin embargo, todo es al estilo Donald Trump: decoración en tonos dorados desde el papel tapiz hasta cortinas, armarios y cabeceras.
Puede adquirir la propiedad por US$ 16.9 millones. Sí, es relativamente una ganga después de que la compañía del expresidente de Estados Unidos redujo el precio en US$ 11 millones desde la primera cotización de la propiedad hace cuatro años.
La casa es apenas un pequeño abrebocas del extenso imperio inmobiliario de la Organización Trump, una dispar colección de propiedades que está sintiendo el peso de la pandemia y los resultados adversos de la controvertida presidencia Trump. También es uno de los varios activos que la compañía ha puesto a la venta, hasta ahora sin compradores. Si surgen compradores, las ofertas podrían superar con creces cualquier transacción de los cuatro años en los que el multimillonario estuvo en el cargo.
En Washington, el hotel que se convirtió en un centro conservador durante la presidencia de Trump salió al mercado en el 2019 por US$ 500 millones. Una mansión (que necesita reparaciones) frente a Mar-a-Lago en Florida está en US$ 49 millones. La compañía también está considerando vender Seven Springs, una propiedad en el condado de Westchester en Nueva York que está vinculada a una investigación de fiscales de Manhattan, según una persona con conocimiento de los negocios familiares.
Concretar los negocios por las propiedades podrían agregar decenas o incluso cientos de millones de dólares a las arcas familiares en un momento en que la Organización Trump tiene al menos US$ 590 millones en préstamos que vencen en los próximos cuatro años, más de la mitad garantizados personalmente por su líder. También proporcionarían efectivo a medida que la compañía busca convertir a los 74 millones de votantes de Trump en clientes, tras la posibilidad que planteó el expresidente de una plataforma de redes sociales.
La Organización Trump no respondió a una solicitud de comentarios.
Si bien la compra y venta de propiedades es la esencia de cualquier empresa de bienes raíces, los activos en venta están fuera del negocio de Trump de comercializar condominios en una torre de Las Vegas o casas en su comunidad de golf de California. Las tenencias de la familia incluyen campos de golf, hoteles y edificios de oficinas, con una mezcla de mansiones y hasta una bodega de vino, y las posibles transacciones podrían aprovechar la creciente demanda de bienes raíces entre los ultrarricos.
Pero para el magnate, un acuerdo podría verse obstaculizado por las altas expectativas de precios, así como por el apellido Trump.
El Trump International Hotel de Washington, que abrió justo antes de que su propietario se mudara a la cercana Casa Blanca, estuvo en el mercado durante más de un año sin alcanzar su precio inicial de US$ 500 millones. La Organización Trump dijo que atrajo lo que serían ofertas récord “superiores a US$ 350 millones”, que la compañía rechazó.
Los que han hecho públicas sus ofertas han citado cifras mucho más bajas. Brian Friedman, un inversionista de bienes raíces de D.C., dijo que ofreció alrededor de US$ 160 millones. No cree que haya muchos otros postores serios.
El propio Trump dijo en el 2012 que pagó demasiado por la propiedad. Friedman indicó que necesitaría una ocupación del 80% y una tasa diaria promedio alta para que valga la pena comprarlo.
Los ingresos del hotel cayeron el año pasado en medio de la pandemia y se encuentra en una ciudad donde los líderes demócratas ahora están en el poder. Ya no está oficialmente en el mercado. El corredor que maneja la venta, Jones Lang LaSalle, renunció en enero después de que partidarios de Trump irrumpieran en el Capitolio.
Dos edificios que representan los activos más valiosos de Trump, una participación de 30% en torres de oficinas en Nueva York y San Francisco, con un valor estimado de US$ 685 millones, también estuvieron en juego el año pasado, pero no se vendieron pues las ofertas se quedaron cortas frente a las expectativas.
Es un momento difícil para ser vendedor en el mercado de propiedades comerciales después de un año de cuarentenas que obligaron el cierre de hoteles y el trabajo remoto. A nivel nacional, se espera que la demanda de oficinas caiga aproximadamente 15% frente a niveles previos a la pandemia, dijo Dave Bragg, director gerente de la firma de análisis de bienes raíces Green Street.
Pero la pandemia probablemente no sea un problema para el Chateau des Palmiers. Primero se cotizó en US$28 millones en 2017 antes de que el precio bajara más adelante ese año, acercándolo a niveles más consistentes con otras casas de lujo en San Martín. El hecho de que Trump figure en la escritura es probablemente una de las razones por las que la propiedad ha languidecido en el mercado, incluso cuando la isla se convirtió en un refugio popular para personas que buscaban alejarse de la pandemia, dijo Jonathan Schaede, corredorlocal de bienes raíces.
Los Trump alquilan la casa de 10 habitaciones como un complejo privado, con tarifas semanales de hasta US$ 140,000 durante la temporada alta. Pero en el 2020 y los primeros 20 días del 2021, los ingresos por alquiler de la propiedad fueron de US$ 50,000 como máximo, según la revelación final de Trump.
En Nueva York, la propiedad de más de 80 hectáreas de Seven Springs podría salir al mercado pronto, según una persona familiarizada con el negocio familiar. Trump compró la casa de 15 habitaciones en 1995 por US$ 7.5 millones. Fiscales de la ciudad de Nueva York, que están investigando a su compañía por posible fraude fiscal, bancario y de seguros, han ampliado su investigación para incluir la propiedad.