John D. Rockefeller, quizás el hombre más rico del mundo en el siglo XX, tenía prohibido que el nombre de Ida Tarbell se pronunciara en su presencia.
Tarbell, una reconocida periodista de la revista McClure’s, se había convertido a través de una larga investigación en una piedra en el zapato para el negocio petrolero de Rockefeller, la Standard Oil.
La BBC ha publicado un reportaje sobre Tarbell donde menciona que sus denuncias tuvieron tal impacto que fue en gran parte responsable de una decisión que tomó la Corte Suprema de Estados Unidos en 1911, que encontró que Standard Oil violaba la Ley Sherman Antimonopolio.
“El trabajo de Tarbell contribuyó además a la creación en 1914 de la Comisión Federal de Comercio (FTC), encargada de hacer que se respetaran la libre competencia y los derechos de los consumidores”, explica el medio inglés.
Tarbell, cuya familia había sufrido penurias por los métodos de Rockefeller para controlar el negocio del petróleo en Estados Unidos, investigó los detalles de la forma en la que el magnate había creado su gigantesco imperio.
“Cuando descubrió que algunos documentos habían sido destruidos o, curiosamente, sacados de los archivos públicos, continuó sus pesquisas, convencida de que ‘aparecerían’ en alguna parte copias de los informes faltantes o de las investigaciones sobre las actividades de Rockefeller. Y así fue”, escribe la BBC.
Tras esto “apoyada en los documentos que desenterró”, Tarbell realizó entrevistas con empleados y abogados, así como conversaciones con el ejecutivo más poderoso de Standard Oil, Henry H. Rogers.
Tarbell terminaría escribiendo una serie que empezó siendo de tres entregas y se extendió a 19, con el título de “La historia de la compañía Standard Oil”.
Allí expuso cómo empleados de Rockefeller atacaban una región como Pensilvania y utilizaban “todo tipo de tácticas despiadadas e ilegales” para hacerse de pequeñas empresas y destruir a los emprendedores.
En la entregas Tarbell demostró que Rockefeller no solo controlaba los ferrocarriles que transportaban el petróleo de gran parte de Estados Unidos, sino que además utilizaba “el soborno, el fraude, la infracción criminal y la intimidación para destruir a cualquiera o cualquier cosa que le impidiera crear su gigantesco monopolio”.
Si bien las denuncias rompieron con el monopolio de Rockefeller, no disminuyó su influencia ni riqueza.
“Rockefeller mantuvo grandes participaciones en las 34 ‘mini Standards’ que se crearon tras la intervención del Tribunal Supremo de Justicia, entre ellas ExxonMobil y Chevron”, concluye la BBC.