Los mercados globales no tendrán una rabieta violenta por el retiro de estímulos como ocurrió en el 2013, a pesar de que se espera que la Reserva Federal discuta la reducción de la compra de activos en su reunión anual en Jackson Hole en agosto, dijeron tres estrategas en empresas de gestión de activos.
La reducción del programa de alivio cuantitativo de la Fed en el 2013 provocó pánico en el mercado cuando los rendimientos de los bonos del Tesoro se dispararon y los precios de las acciones cayeron.
La inflación posiblemente será “mayormente transitoria” y se espera que se modere hasta los niveles previos a la crisis en 2022, dijeron los estrategas al Foro de Mercados Globales (GMF, por su sigla en inglés) de Reuters esta semana.
Eso evitaría medidas agresivas de los principales bancos centrales, dijeron.
Los inversores estadounidenses ignorarán el anuncio de reducción gradual, dijo David Chao, estratega de mercado global de Invesco con sede en Hong Kong, que gestiona US$ 1.4 billones en activos a nivel mundial.
“La Fed ha hecho un trabajo fantástico al comunicar su postura política y acciones futuras, por lo que no creo que haya ninguna incertidumbre”, dijo Chao.
John Vail, estratega global en jefe de Nikko Asset Management con sede en Tokio, espera una decisión formal de la Fed en septiembre.
“Las minutas (de la Fed) no parecieron cambiar la opinión de nadie sobre cuándo comenzará la reducción gradual”, dijo Vail, cuya firma administra activos por valor de US$ 282,200 millones.
Las economías desarrolladas normalizarán gradualmente la política monetaria a medida que las presiones inflacionarias se alivien con la disipación de los efectos de base y de los cuellos de botella de la oferta, dijo Marcelo Assalin, jefe de deuda de mercados emergentes de William Blair, que administra US$ 123,000 millones en activos.
Assalin dijo que había varias diferencias importantes entre ahora y el 2013, incluido un posicionamiento de los inversores más ligero y menos concentrado en la deuda y las monedas de los mercados emergentes, balances externos y colchones más sólidos y una economía global mejor sincronizada con las políticas de la Fed.
“En general, esperamos un impacto mucho menor esta vez”, dijo Assalin.
Tanto Vail como Chao esperan que las acciones estadounidenses terminen en el 2021 ligeramente por encima de los niveles actuales, y que el dólar “retroceda” a sus niveles de principios de junio, de 110 yenes japoneses por dólar y 1.21 dólares por euro.
Vail espera que el rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años supere el 1.5%.